Cuando compramos un electrodoméstico tenemos claro que no va a ser para toda la vida, pues tienen una vida útil y, aunque existen algunos trucos para alargarla, los expertos aseguran que la vida media de los electrodomésticos va desde los 10 a los 12 años. No obstante, la eficiencia y la fiabilidad también están en la garantía y en las especificaciones de cada producto pues, cada marca ofrece sus propios beneficios y usa materiales con mayor o menor resistencia al paso del tiempo.
Desde el servicio técnico de electrodomésticos de Gaselec aseguran que “los frigoríficos son los que más disfrutan de tiempo de duración, con 12 años de media, y la plancha suele ser el electrodoméstico que menos dura en los hogares, contando con 6 años de media aproximadamente. Las lavadoras cuentan con diferentes baremos, ya que pueden diferenciarse mucho, yendo desde los 6 años a los 16 años, y el microondas, por su parte, tiene una longevidad media de 9 años".
¿Qué puedo hacer entonces para que mi electrodoméstico dure más tiempo del indicado? Uno de los fallos más comunes es no leer las instrucciones cuando llega a casa para conocer sus especificaciones y utilizarlo correctamente. Saber el funcionamiento, las limitaciones y los requisitos para usarlo es fundamental para minimizar problemas y alargar su vida útil. Desde Endesa, una de las principales compañías de electricidad en España, dan las siguientes recomendaciones dependiendo de cada electrodoméstico:
Lavadora
Es uno de los electrodomésticos que más trabaja en los hogares, aunque no se usa todo el día sí se utiliza de manera intensa, usando agua, llegando incluso a calentarse y moviendo a gran velocidad el tambor: "Es importante cuidar la lavadora desde antes de realizar el proceso de lavado hasta después de haber finalizado". Así, recomiendan:
Revisar la ropa para que no tenga nada en los bolsillos.
No colocar nada sobre la lavadora.
Usa el detergente y suavizante adecuado.
No sobrecargues el tambor en exceso.
No dejar la ropa mucho tiempo en el interior mojada, pues su peso aumenta.
Su uso es muy similar al de la lavadora y hay que tener en cuenta lo siguiente:
Coloca vajilla y cubiertos de forma correcta. No busques forzarlo para conseguir introducir uno o dos elementos más.
Elimina previamente los residuos de la vajilla y menaje, pues los restos pueden crear atascos.
Limpia de forma periódica tanto las juntas del lavavajillas como su filtro, eliminando los residuos que se hayan acumulado.
Usa detergente de calidad y avalado por el fabricante del electrodoméstico.
Usa, en la medida de las posibilidades, programas con temperatura no muy elevada.
Lavavajillasuppers.es
Frigorífico
Al contrario que la lavadora y el lavavajillas este electrodoméstico trabaja constantemente, precisamente por eso su cuidado debe ser más meticuloso.
Aléjalo de fuentes de calor, como radiadores, otros electrodomésticos y ventanas si inciden de forma directa sobre el electrodoméstico.
Deja siempre un pequeño espacio entre la pared y el frigorífico.
Cuida las juntas de la nevera. Son las que unen puertas con el electrodoméstico en sí, y por tanto son muy importantes para mantener la temperatura y conservar la energía.
Haz una limpieza general al menos una vez al año. Desenchufa la nevera y descongela si tu frigorífico es de tipo combi y haz una limpieza general también solo con agua y un producto neutro. Aprovecha que has movido este electrodoméstico para hacer una completa limpieza exterior, incluida la parte posterior.
Vitrocerámica
Usa una tapa protectora para evitar roturas accidentales.
Realiza una limpieza adecuada, para ello, además del uso de un agente limpiador adecuado es fundamental el uso de la rasqueta y nunca usar ni productos abrasivos ni estropajos.
Campana extractora
Los filtros de campanas y extractores acumulan partículas y grasas que hacen que su mantenimiento se centre sobre todo en su limpieza:
Con el extractor siempre apagado, limpia el interior con agua caliente y detergente neutro. La mayoría permiten extraer sus filtros, facilitando su limpieza.
Tras esta primera limpieza usa un cepillo de para limpiar restos de suciedad y grasa que allí permanezcan.
En cuanto a los filtros, al retirarlos podrás limpiarlos a fondo. Una vez estén limpios. Déjalos secar para que no quede humedad que afecte a su funcionamiento.
Microondas
No obstruyas las rejillas de ventilación, es imprescindible que tenga espacio suficiente con la pared.
Tampoco pongas nada encima, además de existir ventilación en la parte superior podrías dañar la estructura metálica
No enciendas el microondas vacío.
Utiliza menaje y vajilla apta para microondas.
Mantenlo siempre limpio. Es muy común que se depositen restos de comidas o bebidas. Para ello utiliza un bayeta suave (nunca un estropajo) y productos de limpieza neutros.