Hace ya 25 años que los Beckham formalizaron su relación pasando por el altar y formaron uno de los matrimonios más asentados de la farándula y con un imperio económico millonario. Aquella boda de julio de 1999 dio mucho que hablar, especialmente con los atuendos que lucieron David y Victoria Beckham, que optaron por combinar sus looks nupciales, dando inicio a una tendencia que luego se hizo popular. Y qué mejor que celebrar las bodas de plata recreando aquella imagen.
El exfutbolista y la cantante y diseñadora se casaron con un traje y un vestido en tonos champán, pero lo que más llamó la atención fue cuando se quitaron aquellas ropas para enfundarse otros estilismos en morado para la celebración que diseñó Antonio Berardi y que la Spice Girl definió como “mi vestido Jessica Rabbit”.
“En ese momento me pareció una muy buena idea. De verdad que nos lo pareció. Creo que había mucha ingenuidad. No sabíamos de moda. Simplemente nos estábamos divirtiendo”, dijo en su momento Victoria sobre aquel estilismo que ahora, para celebrar sus bodas de plata, han decidido desempolvar y volver a lucir.
En sus redes sociales han subido unas imágenes en las que vuelven a vestir de morado con los trajes exactos que se enfundaron hace 25 años. “Sí, todavía los tenemos. No nos podemos creer que hayan pasado 25 años y todavía nos sirvan. Os queremos Brooklyn, Romeo, Cruz y Harper”, escribía en su cuenta de Instagram Victoria con unas imágenes en las que se percibe que la pareja se ha divertido volviendo un par de años atrás para recrear aquellas fotos que tanto dieron que hablar.
El vestido de Victoria se caracterizaba no solo por lo ajustado, sino por la apertura lateral en la falda y el tirante decorado con rosas que combinaba el morado con el rojo. David iba del mismo color con una chaqueta cruzada y una camisa con un cuello dosmilero que se aleja totalmente de su estilo actual.
El enlace fue, según la prensa británica, la boda del año, que fue vendida por la pareja a una revista por 1’2 millones de dólares. Y eso que a la ceremonia en el castillo de Luttrellstown solo acudieron una treintena de testigos entre familiares y amigos, pero en el convite y la fiesta de después, donde se les vio los trajes morados, celebraron su matrimonio entre más de 250 invitados.
Los Beckham, en ocasiones demasiado encorsetados ante las cámaras, demuestran en su 25 aniversario de bodas que saben reírse de sí mismos y volver a enfundarse en unos atuendos que, pese a no ser para nada de su estilo —el exfutbolista llegó a decir que parecía un personaje de ‘Dos tontos muy tontos’—, les gusta eso de tirar de nostalgia y celebrar de una forma bonita y simpática una fecha tan señalada. Y, por supuesto, demostrar que los Beckham siguen tan en forma como hace 25 años.
No es la primera vez que la pareja celebra de una forma especial una fecha tan señalada, ya que el matrimonio renovó sus votos de una forma muy romántica. La diseñadora explicó hace tiempo que, cuando vivían en España, una mañana tras dejar a los niños en el colegio el entonces futbolista la llevó al aeropuerto y se subieron a un avión privado donde él se puso un esmoquin y ella se encontró con un vestido blanco de Roberto Cavalli.
Al bajarse del avión se encontró “con el coche que nos llevó a nuestra boda, cuando nos casamos en el castillo de Luttrellstown”. Se dirigieron a su casa en el norte de Londres, donde tenían una pequeña capilla. “Cubrió todo con flores, mis padres estaban allí, nuestras hermanas y mi hermano. Y el vicario que nos casó hace tantos años nos volvió a casar. Renovamos nuestros votos, fue la cosa más romántica que jamás haya hecho”, confesó la cantante.