Saúl Craviotto ya era una de las grandes leyendas del deporte español, pero en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha logrado afianzarlo aún más siendo el español con más medallas olímpicas tras colgarse el bronce en el K4 500 metros junto a sus compañeros Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade. Así, el piragüista logra romper el empate con David Cal, uno de sus grandes referentes. “Estoy contento, pero he hecho historia gracias a mis compañeros”, decía al saber que habían sumado una nueva medalla.
Tras sus oros en K2 500 metros en Pekín 2008 y Río 2016, las platas en K4 500 metros en Tokio 2020 y en K1 200 metros en Londres 2012, el bronce en K1 200 metros en Río 2016 y esta nueva medalla, Craviotto alcanza su gran objetivo de lograr esa sexta medalla olímpica, una ilusión con la que llegaba a París.
El palista ha conseguido subir al podio donde ha dejado ver en su muñeca uno de sus inseparables relojes, un Seiko, marca de la que es embajador. Y lejos de los grandes lujos, el catalán ha llevado uno sencillo que no llega a los 3.000 euros: el Seiko Prospex Solar Chronograph (Panda) SRQ047.
Un reloj elegante con esfera de estilo panda discreta que rompe con el color naranja de la aguja de los segundos, herencia de su creación en 1972. En cuanto a la caja y la pulsera, tienen la última tecnología de Seiko pese a contar con una estructura clásica y refinada en acero inoxidable y un revestimiento superendurecido. Por su parte, la pulsera está creada específicamente para la mayor comodidad en la muñeca.
El revestimiento del cristal es antirreflectante en la superficie interna y está hecho de zafiro con doble curvatura, lo que más allá de una mejor protección le ofrece una mayor elegancia.
Craviotto cumplirá 40 años en unos meses y antes de los Juegos Olímpicos de París contaba a Uppers que su objetivo siempre es el mismo: “Lo importante para mí es haber mantenido el máximo nivel en cinco Olimpiadas diferentes. Llevo desde los 20 peleando”.
Precisamente es te bronce le ha sabido a gloria porque él, que sabe lo que es ganar solo, en pareja y en grupo, reconoce que las medallas se disfrutan mejor en equipo. “Son muy especiales. Aunque una medalla individual tiene su mérito, el barco de equipo es más bonito de entrenar. Las victorias se disfrutan más y los fracasos se comparten”, reconocía antes de viajar a París.
Para él el mayor peaje de preparar unos JJOO es su familia porque debe pasar mucho tiempo fuera de su casa entre entrenamientos y competiciones. Por ahora no sabe cuándo se retirará del deporte y tras ser el español con más metales olímpicos, quien sabe si volveremos a ver a Craviotto remar en Los Ángeles 2028.