Flores de otoño: 5 plantas muy fáciles de cuidar y que llenarán de color tu casa

El otoño es un buen momento para plantar plantas perennes y arbustos de hoja perenne cuando las temperaturas son menos extremas y la lluvia es abundante. Según ha asegurado el el paisajista Fernando Pozuelo a Nuevo Estilo, “hay una gran variedad de flores que resisten al otoño, aunque descienda la temperatura, el ambiente sea más húmedo y los días más cortos”. 

Es una época en la que se busca dar a la casa algo más de calidez, por lo que las plantas y colores otoñales son la clave en esta búsqueda. Hay muchas plantas y flores que ofrecen todo su esplendor durante esta época del año. Además, las épocas de entretiempo son mejor momento para trasplantar y plantar nuevas especies, que cuando suba las temperaturas estarán en pleno apogeo. Pero eso no significa que no haya otras especies que, también en otoño, son muy frondosas y ofrecen sus coloridas y alegres flores. ¡Aquí, 5 opciones perfectas para dar un toque especial a los hogares!

Espatifilio

El espatifilo es también conocido como cuna de Moisés, flor de la paz, lirio de la paz o flor de cupido. Es una de las plantas para principiantes más sencillas de cuidar. Se trata de una planta de interior muy resistente que puede vivir varios años con los cuidados adecuados. El espatifilo se caracteriza por sus hojas de un verde intenso lanceoladas y sus flores en espata en color blanco, creando un contraste perfecto. Suele crecer entre 45 y 60 cm y es resistente de hoja perenne. Un planta fácil e cuidar a la que le gusta mucho la humedad. 

Ficus robusta

“Es una de esas plantas de interior irresistible. Por un lado, su belleza ornamental es capaz de decorar con la elegancia de sus hojas intensamente verdes. Por otro, los cuidados del ficus elástica son tan sencillos que hacen de esta planta una poco trabajosa. Esta planta, también conocida como ficus robusta, es una de esas especies rústicas perfectas para quienes tienen poco tiempo pero no quieren renunciar a una decoración natural”, aseguran desde Verdecora. 

Cyclamen

El Cyclamen es una planta que florece cuando la naturaleza está en pleno reposo invernal, que se adapta a la perfección a las bajas temperaturas y las heladas. Es un género incluido en las plantas perennes, dispone de tubérculos (que pueden enraizar en toda la superficie o solo en la base. Sus hojas son carnosas y de color verde moteado, cuenta con grandes pétalos y se caracterizan por su amplia variedad de colores. Pueden ser blancas, rosas, púrpuras, etc. Son aromáticas pues desprenden un olor muy agradable. Además, la floración del Cyclamen es muy abundante. Una planta muy agradecida con no muchos cuidados. 

Violeta africana

No es propiamente una violeta, aunque el color de las flores y la forma de roseta de la planta la recuerdan. Son plantas pequeñas, compactas y bajas, de 15 a 20 centímetros de altura, en forma de roseta. Las hojas son redondeadas, carnosas y con surcos marcados. Las flores, de dos a tres centímetros de diámetro, se abren en cinco lóbulos, y exhiben en el centro la nota de color amarillo de los estambres. En algunos híbridos la corola es doble o semidoble. “No es difícil de cuidar, siempre que se vigile el riego: el suelo debe permanecer ligeramente húmedo, pero el exceso de agua combinado con frío o calor le resulta muy perjudicial”, aseguran desde Verde es vida.

Hiedra

La hiedra es una planta trepadora leñosa muy fácil de cuidar que casi no necesita ningún tipo de cuidado para crecer fuerte y frondosa. Se adapta a la perfección tanto a exteriores como interiores con una asombrosa facilidad.  Una de las características más destacables de la hiedra es que cuenta con dos tipos de hojas distintas. Por un lado, las ramas florales cuentan con hojas alternas, lanceoladas, elípticas o romboidales. Mientras, las hojas de las ramas no florales son astadas o palmeadas, con 3 a 5 lóbulos triangulares. Además, es muy fácil de mantener y reproducir, así que queda perfecta para cubrir espacios bajo otras plantas y crear cascadas verdes en casa. Cuidar de la hiedra es muy sencillo, si está en el interior de casa has de tener especial cuidado con los niveles de humedad, mientras que si está en el exterior el punto débil puede estar en la cantidad de luz que recibe.