Sologamia: ventajas y desventajas de casarse con uno mismo
Por el momento la RAE no incluye el término sologamia y se desconoce si hay hombres que lo hayan practicado
La sologamia es considerada un acto de amor propio pero también la búsqueda de protagonismo
Cuestión de prioridades: la salud mental, antes que el amor
Con un poco de retraso, hace unos días vi la película La Boda de Rosa, que dirigió Icíar Bollaín en 2020. La protagoniza Candela Peña y desde el primer fotograma te pones en su piel; entiendes su agotamiento extremo, al contrario que todos los personajes que la rodean cuyo comportamiento indigna. A sus 45 años Rosa da un giro radical a su vida y decide casarse con ella misma, un hecho conocido como sologamia y que se lleva produciendo en España desde hace más de una década. En Uppers hemos querido profundizar más en la sologamia y en las ventajas y desventajas de casarse con uno mismo.
En realidad, la directora de cine Icíar Bollaín plasmó en la pantalla un hecho real, la boda de May Serrano con ella misma. La celebró en 2011, fue una “gamberrada” y un “acto de rebeldía”, quería desmentir eso de que una mujer si no se casa está incompleta. Después pasó su luna de miel en un festival y, según recogía un medio de comunicación en una entrevista posterior, cada año sigue conmemorando su enlace; se va de viaje ella sola para recordarse que se quiere, que se respeta y que se acepta en la salud y en la enfermedad todos los días de su vida.
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Cómo se celebra la sologamia
La sologamia es como un matrimonio convencional con ceremonia incluida, por supuesto simbólica, con sus testigos y damas de honor, un anillo, una lista de promesas y deseos y hasta un banquete con toda la familia y los amigos o un ágape más íntimo. Es evidente que no tiene una validez legal, ni gastos compartidos, ni beneficios fiscales. Tampoco da derecho a unas vacaciones para irse de luna de miel o a horas libres para acompañar al marido al médico. La sologamia es otra cosa. Además, el término todavía no lo ha reconocido la RAE, donde sí está monogamia o poligamia. Ya que “-gamia” aporta a la palabra que forma el significado de “unión”, sologamia sería unirse con uno mismo o simplemente declarar que se es “soltero” hasta que la muerte lo separe o en su caso hasta que contraiga matrimonio con otra persona.
A favor o en contra de la sologamia
Muchos consideran que casarse con uno mismo es una “chorrada” o simplemente es afán de protagonismo. Tal vez podían ver la película y ponerse en el lugar de Candela Peña en su papel de Rosa. En este caso, la sologamia tiene un carácter puramente simbólico. Lo único que quiere es hacer ver a los demás que ha llegado el momento de que ella sea feliz, de quererse y aceptarse como es y de trabajar cada día en aquello que le ilusiona y le llena de satisfacción. Solo después de prometerse amor eterno a ella misma podrá seguir acompañando en el viaje de la vida a los demás y hacerles felices. En definitiva, es una reivindicación de la persona y de su amor propio.
Con todo ello, desde la distancia otros opinan que la sologamia es un auténtico lujo donde se suma lo mejor del matrimonio y los puntos a favor de la soltería, pues no hay que pagar las cosas del otro, no se toman decisiones en conjunto ni se tiene la obligación de asistir a los aburridos cumpleaños de la familia política.
Además, la sologamia permite enamorarse y hasta tener pareja. La misma Rosa, en la película, se divorció hace años y tiene un novio. Lo curioso es que por ahora se conoce la sologamia en mujeres pero no en hombres. Es probable que la razón esté en la misma genética femenina ya que tradicionalmente no casarse suponía ser una solterona, una palabra con muchas connotaciones negativas. Ellas también han crecido educadas para cuidar a los demás, hasta tal punto que se olvidan de sí mismas, y bajo el “yugo” del príncipe azul cuando después se dan cuenta de que no es tan fácil comer perdices para siempre.
De todos modos, actualmente todo es posible. Se busca la fórmula de ser feliz casándose por la iglesia o por lo civil, como pareja de hecho o quedándose soltero. Incluso las parejas que han contraído matrimonio deciden vivir en casas separadas para seguir con sus rutinas sin "molestarse" pero compartir el disfrute y el ocio.