Bonsáis de interior: todo lo que necesitas saber para el cuidado de estas delicadas plantas
Los bonsáis son muy delicados, por lo que es necesario saber qué cuidados necesitan para mantenerlos lo máximo posible
Lo más probable es que algún familiar, amigo o conocido alguna vez te haya comentado que por mucho que lo haya cuidado, su bonsái se ha marchitado. Lo peor es que si no conoces a nadie puede que “ese amigo” seas tú. Pero no hay porqué avergonzarse, pues si algo sabemos es que el cuidado de los bonsáis no es precisamente la tarea más fácil del mundo y por mucho que lo queramos mantener, terminamos perdiéndolo. Su estética es perfecta para decorar cualquier estancia de la casa, pero son muy delicados, por lo que se deben mantener unos cuidados diarios si de verdad queremos que sobreviva y otorgue ese ambiente de tranquilidad y paz que tanto buscas en casa.
Un error frecuente es comprar el primer bonsái que vemos porque nos entra por los ojos y no hay más que decir, pero hay algunas especies que tienen un origen tropical que son las más aptas para el interior del hogar. Entre ellos esta el bonsái ficus, que es el ideal para los principiantes, el ligustrum, la carmona o la sageretia.
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La luz, un punto más que importante
Uno de los factores que más afectan a los bonsáis es la luz y el lugar en el que se va a establecer. Los bonsáis necesitan la luz del día y una temperatura constante para mantenerse, pero la exposición directa no es lo más adecuado. Si bien lo mejor es colocarlo cerca de una ventana orientada al sur para recibir el máximo de horas posibles de sol, no se debe exponer directamente.
Por eso mismo el uso de las cortinas, por ejemplo, es imprescindible para que el sol no queme las hojas de la planta pero al mismo tiempo reciba la luz del sol. Además, aunque siempre tiene un lado más estético que otro, se recomienda rotar cada una o dos semanas el bonsái para que reciba la misma cantidad de luz por ambas partes.
La humedad
La variación de la temperatura en invierno y verano en el interior del hogar por la calefacción y el aire acondicionado hace que cambie el ambiente de la casa y por tanto el grado de humedad del bonsái, por eso hay que mantenerla. Un buen truco es que se deje entrar leves corrientes de aire al abrir la ventana, siempre que no sean vientos muy fuertes. Pero la técnica que más se suele utilizar es pulverizar el árbol con agua varias veces al día o colocar una bandeja de agua a su lado. De esta manera se consigue que la humedad de su alrededor se mantenga alta para su buen mantenimiento.
Fijarse en el riego
Lejos de pensar que hay que regar los bonsáis cada ciertos días, más bien todo depende del estado de la tierra y obviamente del clima, pues en uno cálido se secará antes. Nunca se debe dejar que la tierra del bonsái se seque del todo, pues estaríamos cometiendo un error bastante grande que podría echarlo a perder. Por eso el momento perfecto para regarlo es cuando la tierra comienza a secarse.
Mucho cuidado con querer mantenerla siempre húmeda, pues podría ocurrir que la tierra tenga un exceso de agua, que es igual de perjudicial que dejarla secar. Así que lo mejor es tener paciencia y en el momento en el que notas que la tierra ya no está tan húmeda, entonces sí, se riega.
El abono, básico para su crecimiento
Un buen abono es imprescindible ya no solo para el mantenimiento del bonsái, sino para su crecimiento adecuado para que tenga las cantidades idóneas de potasio, nitrógeno y fósforo. Y no se debe hacer en cualquier momento, sino en la etapa de crecimiento del árbol, es decir entre la primavera y finales de otoño, aunque si acaba de ser trasplantado, debes esperar como mínimo un mes para abonarlo. El trasplante se suele hacer cada dos o cuatro años, dependiendo del estado de cada bonsái.
La poda, un momento clave
Como no, los bonsáis se podan, y es uno de los procesos más delicados de su cuidado. El pinzado, así se llama a la técnica, se suele realizar en la zona superior y las partes exteriores para estimular el crecimiento del árbol en la parte baja. Este proceso debe realizarse en la época de crecimiento de la planta, siempre manteniendo su forma con unas tijera afiladas.
El cuidado del bonsái requiere de tiempo si verdad quieres mantenerlo en perfecto estado durante años. Su delicadeza hace que no se puedan pasar por alto muchos de sus cuidados que en otras plantas no pasaría nada. Pero si de verdad quieres que tu bonsái se mantenga firme años y años, te va a tocar mimarlo cada día.