Ramo de flores, una cuerda y colgarlas boca abajo. Es uno de los métodos de conservación de flores más antiguo. Seguro que alguna vez lo has utilizado. Ya lo hacía tu abuela, luego lo hizo tu madre y ahora eres tú el que lo pone en práctica. Es un procedimiento ideal para flores de tallo largo, se mantiene el volumen de las mismas pero tiene un problema. El tiempo. Requiere entre dos y cuatro semanas. Con San Valentín a la vuelta de la esquina, te proponemos, con ayuda de Interflora, otra técnica que no te requerirá invertir tantos días, solo necesitas un microondas y arena de minino. Es el procedimiento perfecto para flores de muchos pétalos.
En el caso de que no tengas arena de gato o no puedas conseguirla en el momento deseado, te proponemos una alternativa, eso sí, con la que te quedaran las flores prensadas. Para llevarla a cabo necesitas dos cartones (tipo pizza), dos trozos de papel de cocina y dos gomas elásticas.
Si prefieres no someterlas a las altas temperaturas puedes utilizar gel de sílice para conseguir el mismo resultado. Coloca las flores en un frasco hermético y cúbrelas con este producto que puedes encontrar fácilmente en las tiendas de artesanía. Deja reposar durante una semana y pasado este tiempo retíralo y estarán listas. Esta técnica es ideal para las rosas y las margaritas.
La última alternativa que te ofrecemos es muy sencilla. Consiste en dejar el ramo en el mismo jarrón donde lo tenías colocado pero con muy poquita agua. En unos días el agua se absorberá por completo y las flores se irán secando poco a poco. Solo tienes que esperar.
Una vez que has conseguido un secado perfecto es importante, también, conservarlas. Debemos tener en cuenta que las flores secas son especialmente frágiles. Para limpiarlas te damos un truco. Usar un secador de pelo a baja potencia las mantendrá relucientes. Además, si después de limpiarlas las rocías con un poco de laca, alargarás su vida considerablemente.
Otro factor en el que debes fijarte es el momento en el que secarlas. Siempre es mejor hacerlo cuando las flores todavía no están completamente abiertas para que durante el proceso de secado no pierdan pétalos. Y atención, el color también importa. Las de tonos violeta, púrpura, celeste o índigo se conservan durante más tiempo que las rosas, amarillas, naranjas y rojas.