Por mucho que nos cuesten las cosas todas ellas necesitan un buen mantenimiento. Tu casa debe estar limpia, tu coche hay que revisarlo cada cierto tiempo o lavas tu ropa cuando se mancha o se ensucia. Todo con el objetivo de mantener tus pertenencias en perfecto estado y sigan cumpliendo sus funciones a la perfección. Lo mismo ocurre con los relojes, parece que solo nos acordamos de ellos cuando hay que cambiarle la pila, pero es necesario estar atentos, más si cabe si tienes un Rolex, uno de los relojes de mayor calidad del mercado que la propia firma aconseja llevarlo a revisión cada, más o menos, 10 años, aunque todo depende del modelo y del uso que se le dé.
Nunca hay que esperar a que un reloj deje de funcionar o se dañe, siempre es mejor ser precavido, más aún cuando tienes en tu poder un joya como lo es un Rolex. Algunos Rolex son más fáciles de arreglar o revisar que otros, siendo los mecánicos los que más dolores de cabeza pueden darte, ya que tienen muchas partes móviles, complicando un poco el trabajo, por eso mismo son los que más revisiones requieren para que siempre sean lo más precisos posible.
Uno de los aspectos más frecuentes es cuando el Rolex va más lento o más rápido de la cuenta. Esto se debe a que posiblemente no haya una cantidad idónea de lubricante o el mecanismo esté sucio. De esta forma lo más seguro siempre es llevar tu Rolex a un Centro de Servicio oficial para que le realicen un mantenimiento profesional por parte de los especialistas de la firma. Ahora bien, el precio es algo complicado de prever porque todo depende del estado del reloj y lo que requiera, aunque antes de nada será evaluado y se presentará una estimación del coste total de la revisión.
Además, la revisión y mantenimiento de un Rolex no es, para nada, algo rápido, pues como mínimo suele durante entre cuatro y seis semanas, todo dependiendo de los procedimientos que haya que hacerle a tu reloj. Por lo general en cada revisión se desmonta el reloj por completo para limpiarlo y reemplazar esas piezas que puedan no estar en el mejor estado. También se ajustará y se lubricará para que los mecanismos funcionen como deben sin dar ningún tipo de fallo.
Aún siendo muy aconsejable el mantenimiento cada 10 años, lo cierto es que desde la firma dan una serie de recomendaciones para cuidar el Rolex diariamente. Entre esos consejos destaca su limpieza con un paño suave de microfibra, aunque es curioso como aconsejan lavar la caja y la correa, menos las de piel, con agua jabonosa y un cepillo suave. También puntualizan que todo aquel reloj que haya estado en contacto con el mar debe enjuagarse con agua dulce, todo ello con la corona bien enroscada para la hermeticidad del reloj.
Por suerte, los Rolex no solo son relojes de lujo, también son relojes de gran fortaleza y resistencia capaces de funcionar en las condiciones climáticas más extremas, desde el frío más congelante hasta las profundidades del océano, siendo todos herméticos hasta 100 metros, teniendo modelos específicos para el buceo con una hermeticidad que puede llegar a casi 4000 metros de profundidad.
Tener un Rolex es un privilegio que hay que cuidar cada día para evitar cualquier daño. Siendo relojes tan duraderos, que pueden pasar de generación en generación, es muy recomendable llevarlos a revisión y mantenimiento al menos cada 10 años para asegurarse un buen funcionamiento de todo su mecanismo, aunque todo dependerá del uso que le des. Pero si quieres tu Rolex siempre a punto, tus cuidados y el mantenimiento profesional serán clave para lucirlo siempre en tu muñeca.