No hay nada más diario y representativo que un reloj. Esa pulsera del tiempo que muchos llevan en la muñeca y sin el que no pueden salir de casa, pues parece que les falta algo. Los hay más clásicos y más modernos, cada uno tiene predilección por un estilo o una firma relojera, de eso no hay duda alguna. Pero parece que muchos diseños actuales siguen la estela de algunos más antiguos, de los más representativos del siglo pasado, ya tengan un diseño más tradicional y elegante o uno más deportivo y diario. Diseños que, desde luego, por muchos años que transcurran, parece que siguen ahí, sin pasar de moda y enamorando a los más fieles admiradores del reloj. Por eso hoy te mostramos algunos de esos relojes del siglo pasado que hoy siguen siendo joyas preciadas.
Era obvio que Rolex tenía que entrar de alguna manera en esta lista, y lo hace con uno de sus modelos más representativos, el Oyster Perpetual, un modelo sobre el que llevan trabajando desde su creación en 1926, cuando se convirtió en el primer reloj hermético del mundo a lo que se sumaba su exactitud cronométrica. A día de hoy sigue en el mercado con nuevas versiones de ese diseño clásico fabricado en acero y con una esfera limpia, sin muchos adornos, que hace de este reloj una joya sencilla perfecta para cualquier ocasión.
El fabricante suizo de relojes Blancpain consiguió crear en los años 50 un reloj de buceo de tamaño ideal que lo llevó a ser uno de los más famosos de aquella época, tanto que se ha mantenido como uno de los buques insignia de la firma hasta día de hoy, ya que siguen renovando su diseño para adaptarlo a la actualidad en esos pequeños detalles que lo hacen tan especial. El modelo más actual cuenta con un fondo en su caja de zafiro y una correa de cuerda de vela, aunque también se puede elegir una correa NATO, más clásica.
Si hay que seguir hablando de relojes de antaño que a día de hoy continúan siendo grandes referentes en cuanto a estilo y que siguen en el mercado hay que hablar, sin duda alguna, de Cartier, en este caso de su Santos-Dumont. Un reloj que nació en 1904, cuando Louis Cartier hizo realidad el sueño de su amigo Alberto Santos Dumont, que era aviador, de leer la hora mientras volaba. Su forma geométrica y sus tornillos continúan, a día de hoy, siendo más que reconocibles para el gran público y los modelos más novedosos. Este que te mostramos es una edición limitada a solo 500 piezas con cristal de zafiro que une la sencillez del reloj con la elegancia que siempre han mostrado estos modelos.
En los años 90 llegaba este reloj a los ojos de los mayores admiradores de los relojes, el Seamaster Diver 300M. Un modelo que ha continuado vigente durante sus casi tres décadas de vida para ofrecer siempre el mejor servicio a sus usuarios. Es tan icónico que incluso ha llegado a ser el reloj del mejor agente secreto del mundo, James Bond, tanto que incluso hay una versión 007. Y si Bond es fiel al Omega Seamaster, como no lo van a ser el resto de mortales. Elegancia y funcionalidad en estado puro.
Este reloj tiene mucha historia a sus espaldas, pues se creó a principios de la década de los años 30 con un solo motivo: que resistiese los partidos de polo, ya que parece que durante el juego algún que otro reloj no sobrevivió. Por eso mismo este reloj podía revertirse, es decir la esfera se ocultaba y su reverso la protegía de cualquier golpe que pudiese ser fatal. Desde entonces este ha sido uno de los relojes insignia de la firma que ha día de hoy se sigue fabricando y siendo un éxito de ventas tras décadas de evolución en el mercado.