Los días más calurosos del verano todavía están por llegar. Hace tiempo que introducimos en el menú las sopas frías, la fruta y verdura fresca y las ensaladas. El frigorífico se convierte, en estos meses, en nuestro mejor aliado para mantenerlo todo frío. Y en este contexto, guardar la compra en la nevera es una tarea indispensable. Pero optimizar el espacio para que los alimentos (especialmente los frescos) estén sometidos a una correcta refrigeración no es tan sencillo. Para corregir este problema, la línea de electrodomésticos Beko ha preparado un decálogo de buenas prácticas a la hora de guardar alimentos en la nevera.
Los sensores, canales de aire y los ventiladores internos del frigorífico pueden dañar la calidad de los alimentos. Esto ocurre cuando no ordenamos de manera adecuada los productos. Los productos obstruyen el paso del aire y ello puede ocasionar problemas de enfriamiento, con lo que desaprovecharíamos gran parte de lo que tenemos guardado.
Sobrellenar la nevera puede también puede ocasionar problemas de temperatura y circulación del aire. Incluso puede afectar al cierre de las puertas. Al realizar una compra que requiere la conservación de alimentos en frío, lo mejor que podemos hacer es una planificación que determine el espacio que van a ocupar. Así, consumimos lo que necesitamos y evitamos el deterioro de los productos que necesiten frío para conservarse.
Los recipientes ayudan a preservar el alimento en su mejor estado y por más tiempo. Con ello se evitan olores y que los productos que hemos comprado perezcan antes. Si se trata de verduras y frutas, mejor guárdalos en cajones verduleros. Preservan la temperatura que necesitan mucho mejor que los recipientes.
Es lo más eficiente. Deja que la comida caliente se enfríe a temperatura ambiente primero. Si es posible, intenta cambiar la comida caliente a recipientes pequeños: ayudará a que el enfriamento dentro del frigorífico gane en eficiencia.
Algunas veces olvidamos alimentos que se quedan caducados en la necera. Los productos que se encuentran en descomposición pueden provocar riesgos para la salud al afectar al resto de alimentos. Sobra decir que no podemos consumir ningún alimento una vez que haya pasado la fecha de caducidad, por lo que es importante ir vaciando de vez en cuando la nevera para no acumular