Pocketing, la incómoda situación que viven muchas parejas al empezar
Sucede cuando la persona con la que sales no quiere reconocer ante su círculo más íntimo que eres su pareja
Esta situación puede dañar la confianza en una relación, pero hay diversas razones por las que se produce
"Algo pasa y no sé qué es": señales evidentes de que eres el plan B en una relación
Has quedado con tu nueva pareja para cenar en un restaurante. La velada fluye y todo va sobre ruedas. De repente, aparece en el local un compañero del trabajo de ella (o de él), se saludan, hablan de cosas de la oficina, se ríen con algunas anécdotas, pasan los minutos... y te das cuenta de que el momento de que te presenten no llega. Ni va a llegar. Finalmente ese compañero se va sin aparentemente haberse percatado de tu existencia. Has sido víctima del pocketing.
Más que una nueva tendencia, se trata de un término nuevo para describir un comportamiento que se ha dado toda la vida. Ocurre cuando la persona con la que estás saliendo esconde esa relación de manera deliberada ante los demás, ya sea de manera puntual o habitual. O lo que es lo mismo, no quiere reconocer ante su círculo más íntimo que eres su pareja.
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Pistas de que estás siendo víctima
Las formas de ocultarte son múltiples y variadas. Pueden ir desde lo que parecen un inocente olvido a no presentarte antes sus mejores amigos. Pero antes de encender las alarmas, hay que que distinguir si son las primeras fases de una relación o si es algo que lleva tiempo ocurriendo, puesto que cada persona tiene diferentes ritmos a la hora de comprometerse o de sentirse cómoda a la hora de hacer una relación pública.
Sin embargo, hay algunos detalles que te pueden dar pistas sobre un posible pocketing:
- Intenta eludir mediante excusas el introducirte en su círculo más íntimo de amigos y familiares.
- No te presenta cuando os encontráis con alguien conocido y, si lo hace, no lo hace de forma que la otra persona pueda pensar que tenéis una relación.
- Evita hacer planes en lugares concurridos donde puedan veros o donde sabe que os toparéis con personas conocidas.
- Siempre prefiere que os quedéis en casa a salir contigo a algún lugar público.
- Evita subir fotos contigo a las redes sociales.
¿Por qué se produce?
Las personas que hacen 'pocketing 'a su pareja o su cita pueden llevar a cabo esta práctica por varios motivos, no todos ellos preocupantes. Según la psicóloga y terapeuta americana, Amanda E. White, la persona que lo hace puede tener buenas intenciones: "Aunque este tipo de actos pueden ser frustrantes y dañar la confianza en una relación, hay muchas razones por las que alguien hace pocketing. Podría ser por miedo basado en el recuerdo de relaciones pasadas que no funcionaron. No necesariamente significa que no le intereses o que la relación no tenga esperanza".
También hay personas que recelan de presentar a sus parejas a sus amigos y familiares porque realmente les gustan y no quieren arruinar esa sensación. Es decir, quieren avanzar lento pero firme en esa relación.
Sin embargo, en otras ocasiones se produce simplemente porque la persona mantiene otra relación o relaciones de manera paralela, o porque tiene una ruptura reciente y aún guarda esperanzas de poder volver con aquella pareja. También hay veces en las que se sufren presiones familiares, culturales o sociales ante una relación que el entorno desaprueba.
Y, por último, la persona puede hacerlo porque intenta evitar el compromiso, porque no quiere tener que dar explicaciones a su entorno o, simplemente, porque le resulta más estimulante mantener una relación oculta.
¿Cómo salir del pocketing?
Si estás sufriendo esta situación y no estás cómodo con ella, lo mejor que puedes hacer es hablarlo con tu pareja .Exponle tus dudas sin hacer sentir incómoda a la otra parte. Déjale claro que sientes curiosidad por saber por qué no te ha presentado a sus personas más allegadas y si esto va a pasar tarde o temprano. Es fundamental que cada uno sepa qué es lo que quiere y espera de una relación de pareja. Si se pone a la defensiva o se niega a abordar al tema, podría ser una señal de que esa relación no tiene un futuro muy brillante.
Es importante que con cada paso que se de los dos miembros de la pareja se sientan cómodos y no forzados a tener que avanzar o estancados en un punto. Cada pareja tiene que encontrar su propio ritmo, que no tiene por qué corresponder con el de las demás.