Cada cinco minutos, se rompe un matrimonio en España. Y puede hacerse de mutuo acuerdo o por la vía contenciosa. Para los primeros casos, la tecnología puede ser un gran aliado: agiliza el papeleo en un click y 'desatasca' un sistema judicial parado por la cantidad ingente de procesos sobre los que tiene que fallar. La novedad es que las personas que deciden poner punto y final a su matrimonio son cada vez más mayores. Es lo que se conoce como 'divorcio gris'.
El fenómeno que se ha duplicado con el cambio de siglo en Estados Unidos y se ha extendido al resto del mundo. Según un estudio publicado en 'The Journals of Gerontology', una de cada cuatro personas que se divorcia en ese país tiene más de 50 años. Bill Gates y su esposa durante 27 años Melinda Ann French Gates, hasta Jeff Bezos y MacKenzie Bezos son pruebas fehacientes de ello. Si bien la tendencia era patente desde hace unos años, la pandemia ha sido un revulsivo para este cambio de rumbo.
Con los hijos ya criados, el mayor reto para un divorcio a los 50, no es la custodia de los hijos, sino los acuerdos económicos, la pensión compensatoria y el reparto de la vivienda.
El uso de la vivienda puede concederse durante un tiempo a aquella parte de la pareja más perjudicada económicamente con la ruptura. Esta posibilidad existe también en edades más avanzadas, especialmente si una de ellas cuenta con escasos recursos y pocas probabilidades de incorporarse al mundo laboral. En estos casos se dan más litigios que divorcios de mutuo acuerdo, también llamados divorcios exprés.
Por el contrario, en este segundo caso, cuando el problema es la saturación de la pareja por años de convivencia, la disolución del vínculo es mucho más fácil y predecible. En ese entorno, las herramientas de 'legaltech' son mucho más apropiadas y útiles.
Entre estas herramientas, destacan Hello Divorce y en España iUrisfy. Hello Divorce está creada por Erin Levine, experta abogada matrimonialista que, según explica en su web, decidió crear la herramienta después de ver cómo muchos divorcios que no eran complejos terminaban complicándose y encareciéndose. A partir de ahí, contrató a una empresa de desarrollo web y contactó con personas que habían pasado por un divorcio para comprender mejor qué salió mal y qué desearían haber tenido. Su valor diferencial está en su fácil acceso a la ayuda de expertos con tarifa fija (abogados, mediadores y asesores financieros); su ahorro en burocracia, con consulta telemática 24/7 y con asistencia en todos los aspectos de la transición de persona casada a persona divorciada.
La app española iUrisfy fue creada por tres abogados y se promociona como una aplicación móvil que permite realizar un divorcio de mutuo acuerdo. La app ayuda a las parejas a elaborar un convenio regulador de divorcios sin moverse del sofá. Este paso es gratuito, pero cuando hay que legalizar el acuerdo, hay que contratar los servicios de uno de los abogados de iUrisfy por un precio de 300 euros para poder tramitar el papeleo. La app también dispone de una opción Premium para los que prefieran ser acompañados por abogados durante todo el proceso de negociación.
De momento, se trata de la única aplicación de divorcios cien por cien española. Sin embargo, para los expertos España es una potencia en 'legaltech'; calculan que en 2025 el gasto en soluciones tecnológicas para asuntos legales crecerá un 200%.