La Navidad es lo que tiene: encuentros, cenas, quedadas y compromisos que a veces no lo son tanto. Para aquellas personas que fantasean con alguien de su entorno puede ser el momento propicio para dar rienda suelta a la fantasía o, al contrario, dar al traste con la posibilidad de una relación o de una aventura.
Lo cierto es que en este tipo de fiestas, hombres y mujeres suelen desplegar sus mejores encantos, a veces solo para crear una buena impresión entre colegas y jefes, y otras para atraer a esa posible pareja (aunque sea de una noche). El objetivo es propiciar un acercamiento con el compañero con el que han estado coqueteando a lo largo del año. Así lo revela un estudio realizado por la plataforma de citas Ashley Madison.
Según esta encuesta, casi una de cada cuatro personas registradas en la plataforma (24%) admite ya haber sido infiel a su pareja principal en estas ocasiones. De este grupo, la mayoría confiesa haber sido infiel con otro colega de trabajo, mientras que el 22% revela haber sido infiel con el cónyuge de otra persona.
El estudio señala también que, aunque solo el 18% de los encuentros íntimos tienen lugar durante la propia fiesta, el 22% culmina en la habitación de un hotel. Otros lugares preferidos incluyen el coche (13%), el baño (6%), la casa de otra persona (14%) o incluso la misma oficina (13%).
La copa de Navidad no es, por tanto, un mero trámite para muchas personas. “Las cenas de empresa pueden significar para muchos una oportunidad para derribar barreras y estrechar lazos. Además, estos eventos suelen ir acompañados de música, alcohol y un ambiente muy festivo que anima a los participantes a desinhibirse y liberarse. Son el escenario perfecto para forjar conexiones profundas, encuentros sexuales que añaden chispa a la vida, que hacen escapar de la rutina y desconectar", asegura la psicóloga Lara Ferreiro, que también es asesora de Ashley Madison.
¿Qué hay detrás de alguien que es infiel a su pareja en la cena de Navidad del trabajo? Hay varias razones: puede haber un malestar objetivo en esa pareja o el simple desgaste de la convivencia. "La monotonía puede generar en algunos la necesidad de buscar nuevos romances o ligues y, estas cenas son el momento ideal para dar rienda suelta a encuentros pasionales y sacar a relucir nuestro lado más seductor", señala Ferreiro.
En la copa de Navidad se puede afianzar algo que ha sido incipiente a lo largo del año. Visto así, en el trabajo no solo se trabaja, también se liga. Así lo confirma casi la mitad (48%) de los usuarios de Ashey Madison.
Este alto porcentaje confirma que le ha echado el ojo a alguien de la oficina y fantasea con tener ese primer y ansiado encuentro en la cena de Navidad. La psicóloga y terapeuta de parejas Lara Ferreiro lo explica de esta manera: “Muchas veces esta sensación de estar haciendo algo prohibido, como es liarte con tu compañero de trabajo, hace que se genere mayor atracción hacia esa relación 'imposible'. Lo prohibido nos atrae, y para muchos mantener una relación con alguien del trabajo puede traer emoción, adrenalina y riesgo. Y ¿qué mejor momento para dejarse llevar que la cena de empresa? Las cenas navideñas de empresas pueden ser un posible foco de encuentros apasionados y novedosos. La atracción acumulada durante todo el año es la razón principal para tener un romance. ¡Somos humanos! Es natural que nos atraigan otras personas, y más si pasamos mucho tiempo juntos”.
Hay otras personas que, sin embargo, se resisten a tener una aventura. Las principales razones que desalientan de actuar sobre esta atracción son de no querer afectar la dinámica laboral con el colega (27%), el miedo a perder el trabajo (20%) y la preocupación por el posible impacto negativo a la reputación personal (17%).