Hoy en día vivimos deprisa, la rutina y el día a día nos absorbe al completo. Las obligaciones familiares y laborales ocupan gran parte de nuestro tiempo, pues nos quitan la mayor parte de las horas del día, eso hace que las relaciones de pareja se ven afectadas, pues en muchas ocasiones hay que buscar tiempo para dedicarse tiempo.
Encontrar una pareja estable y crear una relación sana y duradera no es fácil. Y para encontrarla y mantenerla es necesario cuidarla y dedicarle tiempo, algo que en la vorágine del día a día, para muchos es algo complicado. Es difícil que una relación funcione, pues hay muchas cosas que influyen en ella, lo importante y complicado es afrontarlo y superarlo conjuntamente.
Las grietas en una relación se pueden abrir por varios motivos, los más comunes suelen ser el estrés, un estilo de vida diferente, las necesidades individuales, el cuidado de los hijos, pero también el hecho de cómo afrontar y gestionar una relación pueden hacer mella en la misma, pues es inevitable que la rutina pase factura, disminuyendo la pasión del principio.
Todo esto es más que evidente, pero, además, los expertos hablan de dos momentos clave en la relación que determinan si realmente si una pareja está hecha para permanecer unidos siempre. La forma en la que se comunica una pareja en los buenos y los malos momentos es fundamental para determinar su una relación tiene futuro por si por el contrario está abocada al fracaso.
La clave está, aunque parezca mentira, en la primera pelea de la pareja, es la prueba de fuego para saber si la relación llegará a buen puerto. No importa la razón del conflicto o quien tenga razón, lo importante es ver como la pareja se comporta ante las adversidades. Una de las causas que conduce a más rupturas es la mala comunicación, no solo durante una discusión, sino en todos sus ámbitos.
El tono de voz, la forma en la que hablamos tiene un carácter fundamental, junto a las interrupciones y los efectos que tienen las palabras en los sentimientos y estados de ánimo. El hecho de no tener una misma opinión sobre algo no es algo malo, todo lo contrario, puede llegar a enriquecer una relación, pues ayuda a crecer a la persona de manera individual y como pareja. La forma de gestionarlo también puede ser motivo de separación de una pareja si se reacciona a la defensiva, si se huye del conflicto o si no se da el brazo a torcer.
Mantener la calma, el respeto, el cariño y amor es fundamental, en una fuerte discusión, para mantener unida la pareja. Gestionar los conflictos no es fácil, existen varias formas de afrontar una discusión en pareja:
Las buenas noticias también tienen una relación directa en las relaciones sentimentales. Sentirnos apreciados y orgullosos de nuestra pareja es básico para que la relación funcione. Ante una buena noticia para nuestro conyugue la felicidad tiene que ser más que notable, el entusiasmo tiene que ser mutuo, en busca de un impacto positivo en la relación. Si ante una buena noticia la pareja critica, busca aspectos negativos, nos invalida o prefiere ignorar las buenas nuevas, puede que no sea la persona adecuada. La reacción directo del otro a algo bueno que pase es muy importante.