Resulta difícil escapar del tópico de que febrero es el mes del amor, aunque es cierto que desde hace unos años el objeto de ese amor cambia. Ya no hace falta tener pareja. Sea o no por cuestiones de marketing -al fin y al cabo se trata de una campaña de ventas- y con el precedente de Estados Unidos, donde San Valentín es una festividad dirigida a todos, el 14 de febrero puede festejarse con todos aquellos con los que tengamos una relación, de amigos a familia, pasando por compañeros de trabajo. Y, en una vuelta de tuerca, también es la oportunidad de ir más allá y no quedarse en la monogamia.
Los mensajes de “juntos para siempre” o “somos el uno para el otro”, tan típicos de la fecha, cobran otros sentidos. La realidad de los vínculos amorosos ha cambiado, como saben las plataformas de citas; entre ellas, Joyclub, comunidad basada en la sexualidad liberal para la que el amor puede imperar de muchas maneras, no únicamente en las parejas “de toda la vida”. También en las que eligen el poliamor como su opción. “No podemos dar por hecho que la única manera de vincularnos afectivamente con otra persona sea a través de la monogamia. Hay un abanico relacional muy vasto dentro del cual podemos elegir la opción en la que nos sentimos más cómodos, y el poliamor es una de ellas, al igual que la pareja abierta, la monogamia o la polifidelidad" dice Cecilia Bizzotto, socióloga y portavoz de la plataforma en España.
Lo cierto es que el amor sigue siendo una fuente de mitos que separa las relaciones monogámicas de las que se mantienen con más de una persona. ¿Cuáles son los principales?
Para muchas personas, el poliamor es una manera de "legalizar los cuernos". Sin embargo, las personas que deciden tener una relación poliamorosa consideran que el amor es una fuente inagotable. Igual que una madre o un padre pueden amar por igual a todos sus hijos, lo mismo ocurre con las personas con las que, quienes tienen una relación poliamorosa, deciden vincularse sexoafectivamente.
Además, dentro de este tipo de relaciones se puede establecer una relación asexual en la que la pareja esté vinculada afectivamente con otras personas, pero no siente deseo erótico hacia ellas. En este caso se ha de valorar muy positivamente la honestidad que implica llevar a cabo el poliamor. Su principal virtud es que da la opción de decir a la persona que se ama que también se ama y se desea a otras personas y que es natural sentir atracción por quienes no son nuestra pareja.
Admitirlo no es la opción habitual. Y eso lleva a no ser honesto, a sufrir y a llegar a la infidelidad, una opción complicada para la vida de pareja. Ya no es que no se le pueda llamar ‘cuernos’, JOYclub incide en que es natural sentir atracción y afectividad por otras personas que no son nuestra pareja.
Esto no es o no debería ser así. El poliamor significa involucrarse emocionalmente con más de una persona al mismo tiempo, lo que conlleva interesarse por la otra persona, estar presente, mimar, cuidar, ofrecer tiempo de calidad… Todo aquello que exige una relación monógama puede estar presente en el poliamor y hacia más de una persona, pero sí es más complicado de llevar a cabo porque las necesidades y el tiempo de cada persona son distintos.
La falta de compromiso va asociado a otro prejuicio, “En base a este mito con respecto al grado de compromiso dentro del poliamor hay otro que va de la mano, que es que, si eliges el poliamor, lo eliges de por vida y no es así. Hay veces que ‘necesitamos’ una relación con un mayor o un menor grado de exclusividad, dependiendo de nuestro momento vital y del de la persona con la que nos estamos vinculando. Y si 'probamos' el poliamor y vemos que no es para nosotros en este momento (que puede que en otro sí) no ha de ser un fracaso", señala Bizzotto.
Según JOYclub, en este caso lo que se decide con respecto a los celos no es otra cosa que trabajarlos de una manera bidireccional: con respecto a uno mismo/a y en la relación porque los celos sí que existen en este tipo de vínculos. Ser consciente de que nadie pertenece a nadie y manejar las expectativas sobre el otro con la suficiente conciencia y madurez también ayudará a que que todo salga bien. "Todo el mundo debería sentirse libre para poder vivir su placer de la forma que se elija independientemente de lo que debería ser. Y para ello, es importante naturalizar y normalizar todas las opciones sexuales y relacionales. Desde JOYclub, de hecho, trabajamos por alejar los estereotipos y tabús de la sexualidad, ofreciendo información de calidad y un ambiente respetuoso donde poder ser una misma sin censuras”, concluye la socióloga