Si ya de por sí es duro perder a la persona que amas y afrontar el duelo, todo puede agravarse al descubrir que tenía una amante. Mil y un sentimientos pueden removerse en la cabeza y el corazón: incertidumbre, dolor, culpa, rabia... Los expertos consultados nos explican cómo gestionar los sucesos y los pasos a dar para estar mejor.
Según datos de la web de citas Ashley Madison, especializada en buscar relaciones entre personas comprometidas previamente, tener un amante podría representar un gasto de unos 4.657 euros. Por el contrario, si una pareja decide romper, el gasto medio anual por la separación será de 16.588 euros. La infidelidad está a la orden del día. Basta con leer las cifras de la encuesta llevada a cabo por el Instituto Francés de Opinión Pública que señaló que 4 de cada 10 mujeres en nuestro país ha sido infiel en alguna ocasión, cifras inferiores a las de los hombres. Por su parte, Gleeden, web especializada en encuentros extraconyugales, ponía cifras a la infidelidad en España: el 42% de hombres habrían sido infieles alguna vez; un 31% en el caso de las mujeres.
Betty, de 61 años, colombiana y residente en España desde hace 22 años, jamás creyó que su pareja tuviese ojos para alguien que no fuese ella. Cuenta que le resultó un doble trauma saber del fallecimiento del amor de su vida, su marido desde hacía 11 años, y enterarse que ella no significaba todo para él. “Si ya de por sí es duro afrontar que alguien a quien quieres se marcha para siempre y de un modo trágico y repentino como fue un accidente de tráfico, una semana después, todo se pone peor cuando alguien me contacta por WhatsApp para decirme que le veían frecuentemente con otra mujer en un pueblo cercano a la ciudad en la que vivíamos”, expresa.
La viuda necesitó entonces apoyarse en sus amigas porque no sabía cómo afrontar todo: “Tenía dos opciones: creerlo todo y pensar que había vivido una mentira o dejarlo pasar, porque no iba a conseguir nada investigando y haciéndome más daño”. Asegura que sus amigas la convencieron de pasar página y le pidieron que se quedase con sus vivencias al lado de su pareja. “Yo fui feliz y me sentí correspondida. No sé qué sentiría él por otra persona ni si era lo mismo que sentía por mí. Nunca lo sabré. Nadie se ha comunicado conmigo para darme detalles de verdad, tan solo unas fotografías de él con otra mujer, así que yo voy a seguir mi vida y a recordar lo bueno de los años juntos”, admite.
Como refiere y aunque no quiere profundizar, a nivel legal resolvió todo con profesionales de un modo “rápido", pero no siempre es así. El abogado Gonzalo Del Castillo confirma que han gestionado algún caso parecido en su despacho. En cuanto a los trámites, explica que hay que pedir un certificado de últimas voluntades para saber si una herencia es testada o intestada. “Hay que saber si la persona fallecida ha hecho testamento. No hay que olvidar que las legítimas por ley se dejan a descendientes o cónyuges, pero, a mayores, está el tercio de libre disposición con el que cada persona puede hacer lo que quiera según el derecho español”, revela.
En el caso de que haya testamento, aplica la última versión. A través del documento de últimas voluntades se puede saber la notaría donde se ha hecho y solicitarlo. “La notaría evalúa el patrimonio del causante y se procede al reparto del testamento, pudiendo hacerse amistosamente, siempre y cuando las partes estén de acuerdo. De no haber acuerdo, todo iría por vía judicial y se impugnarían el testamento”, concluye.
Como expresa Marta Freire Úbeda, psicóloga especialista en duelo, perder a una pareja puede ser una de las vivencias más dolorosas en la vida de una persona. Si a este dolor le sumamos enterarnos de que nuestra pareja tenía una amante, la gestión emocional se hace infinitamente más difícil. La profesional nos da algunas recomendaciones para aliviar el momento:
Por último, Freire aconseja solicitar ayuda profesional siempre y cuando uno no se sienta con fuerzas para afrontar o avanzar.
Nadie te prepara para algo así y es fácil llegar a sentir tantas emociones a la vez. “Percibes que estabas equivocado o que todo lo que creías no era tan real. Te sientes confuso, perdido, con un vacío inmenso, pero, aunque parezca imposible, puede superarse”, asegura Demian Todo Martí, psicólogo.
Como asevera, la rabia, la ira, el rencor hacia la pareja y hacia uno mismo, dudando de todo lo vivido juntos, es común en los procesos de duelo. También, la culpa, la vergüenza y la humillación, por no haberlo visto, ni haberlo evitado, por el engaño en sí. “Se abre un mundo de preguntas, miedos, inseguridades, necesidad de investigación, de introspección: ¿Cuándo se desenamoró de mí? ¿En qué momento quedaba con esa persona? ¿Qué me decía a mí para creyese otras cosas?... Uno puede ir atando cabos”, sostiene.
Hay quienes incluso quieren intentar hablar con la amante. Lo que sí es cierto es que jamás se podrá saber con certeza lo que había dentro de la persona fallecida ni en su mente ni en su corazón. “Todo ese investigar puede dejarte peor y causarte depresión, ansiedad u obsesión”, manifiesta Todo Martí.
Para este psicólogo es conveniente tener presentes los siguientes puntos para procurar sanar de alguna forma: