"La terapia de pareja salvó mi vida": tres casos en los que funcionó hablar los dos con un psicólogo
No hay datos oficiales, pero los expertos indican que la terapia de pareja suele beneficiar a quienes deciden hacerla, saliendo de la misma más fortalecidos
Para Manuel y su mujer Ana, la terapia fue el impulso para continuar la vida juntos
La psicóloga Aurora López señala que gracias a la terapia de pareja se puede saber qué falla en la relación y hallar las herramientas necesarias para enfrentar nuevos desafíos
Hablar con un psicólogo o terapeuta para resolver aquello que no funciona en tu vida puede convertirse en una experiencia muy enriquecedora, sobre todo si hablamos de la terapia de pareja. Se conoce por diferentes estudios que su porcentaje de éxito oscila entre el 70-80%. Los expertos consultados afirman que parte den su triunfo deriva de la implicación de los dos miembros de la pareja. Esto y más datos junto a los testimonios de tres parejas a quienes acudir a esta terapia les ayudó, a continuación.
Gracias a la terapia de pareja se puede abordar aquello que no va del todo bien en la relación. La convicción y las ganas frente al proceso por resolver los conflictos serán determinantes para que todo fluya en la dirección correcta. Si no que se lo digan a Clara, de 56 años, que pasó en pocos meses por varias situaciones complicadas a nivel personal y laboral y se sentía desbordada. “No logré asimilar adecuadamente ciertos imprevistos y ello derivó en ansiedad”, explica antes de admitir que, a consecuencia de su situación, su marido se vio solo para afrontar otras muchas cosas y en lugar de sentir su apoyo, tan sólo percibió quejas sobre lo que él se veía obligado a hacer.
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Mucho que abarcar
Añade que, además, dejaron de tener acercamientos afectuosos y sexuales y apenas se mostraban sinceros entre sí. Esta profesora de Educación Infantil cuenta haber solicitado ayuda profesional hace medio año. “Estoy yendo a un psicólogo para resolver algunas cosas de mi vida y junto a mi marido vamos a terapia de pareja porque sabemos que estamos pasando un bache y necesitamos ayuda, de hecho, ya observamos buenos resultados”, añade.
Clara se muestra confiada frente a su futuro. Sabemos que cada vez son más las personas que deciden acudir a terapia de pareja, entre otros motivos para mejorar en temas relacionados con la crianza de los hijos, los de índole afectivo-sexual o problemas familiares.
No se dispone de datos oficiales que aludan a las parejas que acuden cada año a terapia en nuestro país. Sin embargo, algunos profesionales inciden que es una cifra un tanto escasa dado que en España, según datos de un estudio elaborado por el Observatorio Demográfico CEU, se separa aproximadamente el 50% de matrimonios: una de cada ocho parejas lo hace en los primeros siete años de matrimonio; y una de cada cinco, en los 10 primeros.
Gracias a otro estudio en el que participaron cinco parejas españolas dando nombre al documental 'Terapia de parejas', gracias a la investigación llevada a cabo por la Universidad de Navarra en colaboración con la Brigham Young University en Estados Unidos, pueden constatarse dos relevantes beneficios en la pareja.
La psicóloga Elisa Múgica, productora y guionista del trabajo, asegura que gracias a la terapia se da una comunicación más cercana en los hombres y, sobre todo en las mujeres, una mejora en la salud mental. En este sentido, la Asociación Americana de Terapia Matrimonial y Familiar da una visión muy positiva de este procedimiento exponiendo en sus encuestas que tres de cada cuatro parejas que apostaron por trabajar en terapia certifican que gracias a ella su vínculo se vio mejorado.
Apoyarse en quien te quiere
"Gracias a la terapia de pareja vuelvo a ver a mi mujer como la persona que no dudé en elegir hace 29 años para toda mi vida", afirma Manuel de 58 años.
El albañil cuenta que hace dos años perdieron a su hijo en un accidente de tráfico y su mujer se hundió psicológicamente. “En lugar de apoyarse en mí, sólo se medicaba y no quería salir de casa ni de la cama. No me quería cerca porque me decía que su vida había terminado", narra Manuel.
Le costó convencer a su esposa Ana para acudir a terapia: "Veía en su mirada que me culpaba sin tener motivos, necesitaba culpar a alguien. Ella misma se culpaba también".
Faltaba confianza entre ambos y volver a ser el equipo que un día fueron, aunque pesaba y mucho la falta de uno de los miembros, al que más querían. "No sólo tenía que tratarse ella, nuestro matrimonio hacia aguas y yo necesitaba ver que todavía quedaba algo de amor de ella hacia mí", destaca.
Como apunta, la terapia fue el impulso para continuar con la vida y continuar juntos como matrimonio porque huir le impedía seguir. "Nos queda mucho trabajo todavía, pero ella ya siente que, pese al dolor y la ausencia, puede seguir adelante", remata.
Respeto mutuo
Es preciso cuidar la salud mental y no se trata de un día para otro. Hablando con Ángela, de 53 años, uno sabe que querer es poder. "Inicié una relación de pareja con una persona que arrastraba muchos traumas y yo sentía que no podía con todo eso", comparte.
Esta ingeniera industrial, le pidió a su pareja ir a terapia juntos para poder hacer frente a una vida en común y que les diesen estrategias para encajar de un modo saludable y canalizar mejor las emociones. "Estuvimos varios años y mi pareja sigue yendo a terapia por sí mismo cuando tiene algún bajón anímico que no sabe resolver solo", dice.
Pese a que como refiere les queda mucho por mejorar a ambos, tanto a nivel individual como en pareja, piensa que han mejorado mucho en cuanto al cómo se puede sentir y qué necesitar la otra parte. “Querernos y respetarnos más es la gran clave”, confirma.
La libre disposición de ambas partes
Aurora López, psicóloga, experta en terapia de pareja en Más Vida Psicólogos, relata que la terapia de pareja es un espacio donde:
- Se analiza y evalúa la relación, sobre todo qué se quiere conseguir y, el profesional da su opinión a los miembros de la pareja y explica qué áreas son importantes trabajar y cómo se organizará la línea de intervención.
- Se inicia la fase de intervención con la pareja: Se trabaja con herramientas, estrategias y el profesional interviene para solventar y gestionar sus dificultades.
La profesional indica que es normal que uno de los dos miembros del par esté más convencido y de más de sí al momento de realizar la terapia. "Aun así hay que entender que el compromiso de las dos partes es indispensable para alcanzar resultados. Siempre comento a mis parejas que con compromiso hay mucho avanzado", comenta.
López afirma que la terapia de pareja salva muchas relaciones, ya que gracias a ella cada persona:
- Entiende qué fallaba en su relación y por qué y comienza a descubrir herramientas que faltan para gestionar de forma eficaz los desacuerdos y retos de la vida.
- Se conoce más y aprende a cuidar y a que les cuiden y construyen entre los dos un equipo. El mayor beneficio aquí es el reconectar.
- Adquiere las herramientas necesarias para afrontar futuros retos.
¿Cuándo es conveniente buscar ayuda profesional?
La figura del psicólogo logra que los conflictos se relativicen. Fátima Gallardo, terapeuta de pareja, argumenta que, en ocasiones, se acude a terapia más tarde de lo que se debería. “Lo ideal sería ir en esos primeros instantes de cansancio, dudas, donde nos percatamos que la solución no está en nuestras manos. Evitemos dejar pasar meses y años con aquello que nos genera sufrimiento”, expresa.
Entre los motivos por los que una pareja puede ir a terapia, la experta identifica:
- Dificultades de comunicación con riñas constantes.
- No hablar por miedo a discutir.
- Tener la sensación de no sentirse entendido.
- Cuestiones de intimidad que hacen sentir rechazo o dudas por nuestra pareja y crea distancia.
- Dificultades para llegar a acuerdos entorno a las tareas educativas con los hijos o de la casa.
- Situaciones de infidelidad.
- Dificultades con la familia extensa.
- Problemas porque el proyecto de vida se desarrolla en direcciones opuestas.
- Dudas de si continuar o no, ya que, si nos quedamos solos con eso, puede llevarnos a decisiones precipitadas.