No sabes cómo, cuándo ni por qué, pero el caso es el que el amor 'se os rompió' y has decidido pasar página. Lo curioso es que tu todavía pareja no se lo huele. ¿Cómo actuar? ¿Cómo hacerlo sin causar daño?
En cualquier crisis sentimental, más cuando hay una ruptura, existe un duelo, una serie de fases que tenemos que superar necesariamente. Comienza en el periodo de negación y acaba en el de neutralización. En el primero, no nos damos permiso para asumir que estamos en crisis; en el último, la hemos interiorizado y superado. En medio, el miedo, la frustración, la aceptación y el aprendizaje. Depende de en qué momento pensemos en el divorcio, la cosa va más o menos en serio. "En las primeras fases no se plantea un divorcio de manera efectiva porque surgirán sentimientos de negación y aparecerá el fantasma de las falsas esperanzas. Pero si está en una fase en la que ha asumido el fracaso sentimental y lo acepta, entonces sí hay un divorcio decidido", explica la psicóloga y terapeuta sexual Lara Ferreiro.
La clave es que la persona que plantee el divorcio tiene que haber tomado la decisión de manera clara y serena, en ningún caso de manera impulsiva. "Es hora de hacer balance y de tener claro que está en la fase final del duelo", añade la experta. Si no es así, es posible que surjan sentimientos de arrepentimiento o dudas que pueden hacer sufrir al otro miembro de la pareja.
"Para plantear un divorcio no existe el momento perfecto, pero sí hay que buscar el momento oportuno. Conozco gente que lo ha dicho antes de irse a una boda y ahí, por ejemplo, surge un gran enfrentamiento", afirma Ferreiro. Ese momento oportuno puede encontrarse en una comida de la pareja, en un paseo, a veces a lo largo de un encuentro en un sitio público. "Hay personas que quieren romper así, en público, para que la otra persona no arme un escándalo. Otros prefieren la intimidad de su casa. Depende del perfil de cada pareja", asegura la experta.
Sin embargo, sí hay momentos del año en que las peticiones de divorcio aumentan: después de las vacaciones de verano, tras una convivencia prolongada, y después de Navidades. "El primer lunes de enero es el día con mayor solicitud del divorcios del año. Y en septiembre tengo la consulta llena, los casos pueden crecer hasta en un 40% porque es muy habitual que antes del divorcio se vaya a terapia", añade la experta.
Al expresar el deseo de separación hay que dejar claro que "se trata de algo irreversible, que lleva mucho tiempo pensándolo y ha tomado la decisión", insiste Ferreiro. El problema, según la psicóloga, es que si no se plantea de manera radical, la otra persona probablemente intentará reconquistar a su todavía pareja. "Dejar una puerta abierta es muy cruel. No puede haber una muerte lenta", señala Ferreiro.
También es importante eliminar los sentimientos de culpabilidad. "Hay que dejar claro que se trata de un cambio de etapa vital", afirma la psicóloga. El objetivo es no buscar culpables, sino cerrar con sentido común y de la manera armónica posible lo que fue una pareja. "Hay que ser delicado, dejar la autoestima alta y practicar la escucha activa", explica Ferreiro antes de compartir lo que nunca se debe decir: "Nunca, nunca hay que hacer comentarios que den esperanzas porque la otra parte se va a agarrar a ellos". Por último, siempre hay que comunicar la noticia de manera empática, sin incurrir en mensajes violentos.
"Es fundamental que a los hijos les digamos que vamos a seguir siendo una familia, pero que mamá y papá ya no viven juntos como pareja. Es importante que los niños y adolescentes que compongan la familia estén juntos y que se les comunique la noticia a la vez y al mismo tiempo. Lo mejor es que lo haga el miembro de la pareja que esté más fuerte", explica Lara Ferreiro. También es importante decirles a los hijos que ellos no tienen responsabilidad alguna en el divorcio y que siempre seguirán siendo una familia, aunque las rutinas cambien.
En el caso de los hijos, es importante comprobar cada cierto tiempo cómo están. "Algunos niños o jóvenes se quedan en shock cuando escuchan la noticia. Hay que ir chequeando cada semana, cada 15 días, cómo lo han procesado, incluso si necesitan terapia", afirma esta especialista.
En cuanto a la familia, "depende de cómo creamos que van a reaccionar. Si esperamos una mala reacción, es mejor comunicar la noticia por separado", advierte Lara Ferreiro. Algo útil es llamar por teléfono de manera individual para que el resto de la familia lo vaya procesando, "pero depende mucho de cómo se encuentre la persona que se quiere divorciar", matiza la psicóloga. Respecto a la familia política, siempre tiene que hacerlo el hijo o la hija, aunque se acuerde lo que se cuente a ambas partes de la familia. "También hay que pensar que algunas personas pueden querer despedirse de su familia política", señala Ferreiro, o bien establecer nuevas dinámicas de relación, algo muy habitual cuando hay hijos y nietos.
Respecto a los amigos, "si son amigos muy íntimos, recomiendo llamarles por teléfono o bien quedar con ellos para contárselo, con las mismas pautas que al resto de los allegados", afirma la experta. Curiosamente, en el caso de los amigos, hay grados según la vinculación o si son más o menos amigos de un miembro de la pareja. "A veces, hay reparto de llamadas, dependiendo de quién tuviera más relación con uno u otro. Lo importante es acordar el criterio: qué se comunica, cuándo, dónde...", asegura Ferreiro.
Es una de las partes más importantes. Lo ideal es que se llegue a un acuerdo antes de solicitar el divorcio. "La idea es primero intentar la conciliación. Y si no se llega a un acuerdo, ya tienen que entrar los abogados. No hay que pelearse con la expareja, para eso hay magníficos profesionales que pueden ayudar", afirma la psicóloga.
Para abordar el tema, depende de cómo se sientan de fuertes los miembros de la pareja. "Si una persona psicológicamente está en plenas facultades y ya ha procesado que la ruptura es inevitable, ha superado el duelo, sí es recomendable que cuente la situación", señala Lara Ferreiro. Si no, en opinión de la psicóloga, si está en las primeras fases del duelo, "es mejor no hacer nada porque esa persona se va a romper y se va a traumatizar".