El trío es la fantasía por excelencia, tanto en hombre como en mujeres. Y como tal, ya se sabe lo que se dice de las fantasías: el primer paso para realizarlas es imaginarlas. Todos tenemos fantasías, ensoñaciones e imágenes que vienen a nuestra mente en momentos insospechados y a veces sospechosos. A modo de aviso, os anticipo que nuestras fantasías no se esfuman por tener una pareja estable. De hecho, a veces esa estabilidad, nos genera e inspira otras fantasías que enriquecen, modifican o se suman a las que ya arrastramos antes de casarnos.
El hecho de desear o tener la fantasía de realizar un trío con nuestra pareja y alguien más, no tiene que provocarnos un sentimiento de culpabilidad ni hay que pensar que estamos locos. Tener fantasías no significa que hayamos dejado de estar enamorados nuestra pareja y mucho menos que estemos terminando con nuestra relación, ya que todos, de un modo o de otro, tenemos fantasías sexuales y seguro que nuestra pareja también tiene las suyas propias aunque no nos las cuente, incluso a lo mejor, hasta coincidís.
Hacer un trío es una fantasía tan común porque siempre que haya un elemento novedoso como puede ser una persona en este caso, va a generar morbo. Lo único que sí que hay que tener en cuenta es que se trata de una persona, y por lo tanto esa situación puede generar problemas, así que antes de hacer el trío hay que poner ciertas normas, ciertos límites y marcar qué está permitido y qué no.
La mejor forma de plantearlo es en el mismo momento en el que estamos en la cama, y es empezando a vocalizar, a textualizar… “Imagínate si hubiera una persona más aquí”, “Imagínate si estuviera aquí una mujer (hombre) e imagínate si nos estuviera viendo, imagínate que empezara a acariciarte”. Es decir que el mejor momento para plantear un trío es en el mismo momento del sexo, ya que la mente está estimulada y estaremos más que calientes y en este caso receptivos.
En el caso de que se lo planteemos a nuestra pareja tenemos que hacer que su imaginación vuele en función de sus gustos, así lo tendremos más fácil y además veremos la reacción que está teniendo con respecto a nuestro planteamiento. Por ejemplo si sabemos que a nuestra pareja le gustan la/os morenas/os, o que le hagan algo en concreto, intentaremos describir esos detalles para ponerlo en situación.
Por otra parte, hay una cosa muy importante, y es que textualizar o jugar con este tipo de cosas en el momento en que se están manteniendo relaciones sexuales es algo que estimula y satisface mucho, y a lo mejor jugar a que hay otra persona con nosotros cuando no la hay, ya puede satisfacer la necesidad de esa fantasía sexual, es decir, que incluso no es necesario ni llevar a cabo el trío de una forma efectiva, ya que jugar jugar a esa fantasía podría ser suficiente en algunos casos.
Lo ideal es que juguemos primero con la fantasía del trío sexual, y en función de la reacción de nuestra pareja ante el planteamiento de la fantasía durante la relación sexual se lo comentemos o no (en el caso de que veamos que no le está gustando). En algunas ocasiones esta sugestión del juego hace que nuestra pareja se adelante y nos lo proponga antes de que se lo planteemos nosotros, puede que coincida con nuestra fantasía y no se haya atrevido a comentártela.
Lo más importante de todo es que sea una persona que no esté implicada emocionalmente con la pareja para poder seguir las pautas que tengáis entre los dos y que hagáis previamente, y para que después de hacer el trío no surjan otros problemas asociados con lo que era la pareja inicialmente y evita a toda costa el contacto con la tercera persona. ¿Dónde buscar?