El pasado domingo el aeropuerto de Málaga recibió una visita de lujo. El expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama aterrizaba en la ciudad andaluza sobre las 20:30 de la tarde. El que fue inquilino de la Casa Blanca está en la Costa del Sol porque hoy martes ha ofrecido una conferencia en el Digital Enterprise Show de 2022 que se celebra en el Palacio de Ferias y Congresos, una cita en la que ha coincidido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o el de Andalucía, Juanma Moreno. Pero lo que más está llamando la atención es dónde se está alojando.
La Costa del Sol es uno de los lugares favoritos de la familia Obama, aunque en esta ocasión él ha venido solo, en 2019 su familia le acompañó cuando vino a dar otra conferencia, y en 2010 también viajaron juntos cuando se alojaron en Marbella. Según ha podido confirmar ABC, el político se está alojando en uno de los mejores complejos turísticos de lujo de la zona, en la Finca Cortesín, un enclave espectacular que ofrece a Obama la privacidad que quiere.
Se trata de un complejo que cuenta con 67 suites rodeadas de naturaleza y que ofrece un amplio abanico de posibilidades gastronómicas, aunque uno de sus principales atractivos es su campo de golf, donde este año se disputa la Copa Solheim. Según expone la Agencia Efe, a primera hora de la tarde de ayer se le vio volviendo del campo de golf de Valderrama en Sotogrande.
No todas las suites de la Finca Cortesín son iguales. Las más básicas, que de eso tienen poco, están por encima de los 1.500 euros, mientras que las villas privadas más exclusivas cuentan con precios por encima de los 10.000 euros la noche.
Las villas privadas, las de mayor gama, cuentan con vistas a la cordillera de Sierra Bermeja y al mar Mediterráneo. Las de mayor amplitud cuentan con más de 2.000 metros cuadrados en total y cinco dormitorios, además de salones con techos de más de cinco metros de altura, cocina propia con todo lo necesario, servicio doméstico, jardines y, como era de esperar, piscina privada. Además, cada mañana tienen un desayuno a la carta del restaurante El Jardín.
Sin duda, un complejo que cumple con las comodidades que el expresidente de los Estados Unidos reclama, así como la seguridad y privacidad que busca, por no hablar de que, además dar la conferencia, parece que se lleva un buen partido de golf.