Hay rincones a los que impresiona llegar y uno de ellos es la orilla de un lago glacial donde sus aguas podrían ser de las más antiguas de la Tierra. En Uppers nos atraen esos lugares así que hemos localizado cuál es el lago de origen glaciar más grande de Europa. Es el Lago de Sanabria, en la provincia de Zamora, cuya inmensa masa de agua a 1.000 metros sobre el nivel del mar, se extiende hasta superar los 127 kilómetros cuadrados y tiene una profundidad máxima que alcanza los 53 metros.
Por extensión es uno de los mayores lagos de origen glaciar de nuestro país y de toda Europa y además es el único de su categoría situado en la base de un conjunto montañoso. Estas montañas pertenecen a la Sierra Segundera y en el lago se abre el valle del Tera.
La formación de un lago cuyas aguas pertenecieron a un glaciar es un fenómeno geológico. El glaciar que abarcaba la zona, con el paso del tiempo desgastó y erosionó la base del terreno, de modo que cuando se produjo el deshielo esa depresión fue conquistada por el agua que además se mezcla con la de las lluvias. Como sucede con muchos de los lagos glaciares, sus orillas norte y sur son escarpadas, en cambio, las otras orillas del este y del oeste tienen una pendiente más moderada.
El Lago de Sanabria “representa la zona de máximo avance del hielo ocupando la depresión preglaciar de los glaciares Tera, Cárdena y Segundera”. Hace 100.000 años, en la era Cuaternaria, en concreto en el Pleistoceno Superior, aquí todo se había congelado. El hielo tenía un espesor superior a los 300 metros y sus lenguas llegaban a los 20 kilómetros de longitud.
Durante 90.000 años todo permaneció en ese estado, pero hace 12.000 años se derritió hasta formarse el lago al igual que los valles y los cañones de los ríos de la zona. En las montañas que se asoman al lago también se formaron otras lagunas igualmente de origen glacial. En el Cuaternario fue cuando se extinguieron grandes especies vegetales y animales, pero a su vez apareció el Homo Sapiens, que convivió con otros vertebrados. Eran aves y mamíferos que dominaron esa era fría hasta que se templó tanto como para que se derritieran los glaciares.
Todo este paraje de Zamora está protegido y se encuadra dentro del Parque Natural del Lago de Sanabria. El conjunto merece la pena por la belleza paisajística y el interés geológico. Incluso el lago cuenta con sus propias playas, Custa Llago, la Playa de los Enanos y Playa Viquiella. Son preciosos los pueblos de los alrededores como la histórica villa de Puebla de Sanabria y los que anticipan la llegada al lugar por la carretera bordeando el río Tera: son las localidades de El Puente, que presume de un puente de piedra de la época medieval; Galende donde empiezan a despuntar los robles y los acebos que caracterizan al parque natural; o Ribadelago donde empieza la ruta a pie por el Cañón del Tera hasta las cascadas.
Una de las actividades más interesantes que se puede realizar en el lago es navegar en el Helios Sanabria, un catamarán que sale de la playa Custa Llago. El barco no contamina absolutamente nada ni genera ningún ruido para no perturbar la vida de la fauna y la flora de las aguas ni de las profundidades gracias a que dispone de tecnología eólica y solar. Cuenta con la certificación 5-Zero Energy que asegura el nivel cero en cinco aspectos: emisiones sonoras, efluentes, residuos, oleaje-erosión y emisión de gases contaminantes.
Se trata del segundo buque hidrográfico de investigación de la Estación Biológica Internacional ratificada en 2006 por los Ministros de Exteriores de España y Portugal. Embarcar en este catamarán es una experiencia ecoturística, tecnológica, gastronómica y medioambiental, ya que, durante el trayecto, los técnicos de la Estación realizan la interpretación subacuática del glaciar a todos los niveles: fauna, flora, geología y restos etnográfico-arqueológicos. A través de diversos recursos es posible contemplar el fondo donde el agua, como en otros lagos de estas características, suele tener un color parecido al blanco e incluso al aguamarina debido a la presencia de determinados minerales que además favorece el crecimiento de poblaciones de algas. Desde el catamarán también se estudia el plancton en el que siguen viviendo microscópicos dinosaurios acuáticos.
Dejando a un lado el lago, la carretera discurre hasta el pueblo de San Martín de Castañeda, con el Monasterio del mismo nombre y desde donde se accede a una de las lagunas más bonitas del parque natural, la Laguna de los Peces. A partir de aquí parten diferentes rutas de senderismo y destaca un mirador espectacular para contemplar el Lago de Sanabria en todo su extensión. En invierno, las montañas de la zona se cubren de nieve y la capa superficial de las lagunas se hiela, mientras que las aguas del fondo permanecen más tibias.