Hemingway amaba de España todo lo que España ama de sí misma. Aunque, si quisiéramos concretar, podríamos decir que amaba sus bares, por ejemplo, o sus corridas de toros, o sus Repúblicas. Pero sobre todo le encantaban sus pueblos. Mismos a los que consideraba parte de esa autenticidad que tanto buscó en su vida y en su obra. Y para concretar aún más, hubo al parecer un pueblo al que consideraba "el más bonito de España": Conil de la Frontera, en Cadiz.
Dicen en Conil que cuando Hemingway llegó allí guiado por su amigo el torero Antonio Ordoñez, se pasó la mayor parte del tiempo en El Pasaje, por ese entonces uno de los poco bares del pueblo pesquero. Allí lo habría encontrado un parroquiano llamado Francisco Rubio Hernández quien le habría pedido un autógrafo. "Para el lector de Conil, el pueblo más bonito de España" le escribió el autor de 'Adiós a las armas'.
Hoy, el Ayuntamiento de Conil, recuerda ese gesto y también las líneas que le escribiera el Nobel a su hijo Patrick en 1969: "Es como todo era en los viejos tiempos antes de que lo estropearan. Maravillosa playa, buena gente, verdadero pueblo y buenos pescadores como en Cojimar". Cojimar es el pueblo cubano en el que se inspiraría para 'El viejo y el mar'.
Y lo recuerda organizando las Jornadas 'Hemingway y el mar' en el que nueve expertos internacionales hablarán del escritor y su relación con las aguas, y en particular las españolas. En el encuentro a celebrarse entre el 19 y el 23 de abril, se podrá asistir a proyecciones de documentales, charlas literarias y mesas redondas al rededor de su obra.
Hemingway, como se sabe, era un enamorado de la furia española. Tanto la desplegada en los encierros de Pamplona como la desplegada en casi cualquier plaza de toros, a las que acudió siempre que pudo en compañía de amigos como Luis Miguel Dominguín o el propio Ordoñez. Mención aparte merece el tiempo que pasó en Madrid durante la Guerra Civil, donde cubrió el conflicto como corresponsal de guerra.
Situado a 43 kilómetros de Cadiz, el de Conil de la Frontera es, por su parte, y con independencia de la opinión de Hemingway, uno de los municipios más pintorescos y atractivos de la Costa de la Luz, rico en fiestas y tradiciones gastronómicas.