Durante el verano las zonas costeras se llenan de todos aquellos que quieren disfrutar de unos días de descanso al sol, relajados y dándose algún que otro chapuzón en el mar para combatir el calor. Una brisa marina que les revitaliza antes de regresar a la dura rutina de la que te olvidas durante algunas semanas. No obstante, también los hay que prefieren el interior, la montaña, alejada del bullicio de la playa. Y estar en el interior no significa que no puedas disfrutar de más de un chapuzón bien refrescante que nada tiene que envidiarle al mar.
Lagos, embalses, pantanos, ríos… y también piscinas naturales que se han formado alrededor de la naturaleza y que rebosan belleza. En ellas el agua proviene de ríos, arroyos o manantiales que se va renovando con su flujo evitando que se estanque.
En las zonas de interior son de lo más populares, permitiendo así que sus habitantes y visitantes tengan un lugar al que acudir en los días de calor. No son pocas las que hay repartidas por España, pero hay un pueblo en concreto que tiene la particularidad de ser el que más piscinas naturales tiene de todo el país.
Se trata de Beceite, un municipio ubicado en Teruel, en la comarca del Matarraña, en el que se encuentra un entorno natural irrepetible en España en el Parque Natural de los Puertos de Beceite. Es una zona que si por algo es famosa es por sus paisajes, llenos de cañones por los que corren ríos y cascadas que dan lugar a sus piscinas naturales bañadas por las cascadas y sus aguas cristalinas.
Se trata de una zona impresionante para todo amante del senderismo y del turismo rural con diferentes pintos de baño repartidos por toda la zona, unos más sencillos de acceder en caso de que vayas con niños, y otros algo más complicados, lo que significa que su paisaje está más virgen y hay menos afluencia de personas.
Algunas de las zonas que no puedes dejar de visitar son Font de la Rabosa, El Parrizal, Los Estrechos, La Pesquera o Salt de la Portellada. Cada lugar con su propio encanto que tendrás que descubrir por ti mismo.