Aunque parece que nacimos agarrados a un pasaporte y un billete de avión, viajar es algo relativamente reciente. Fue en el siglo XIX cuando los jóvenes de familias pudientes se embarcaban en lo que se llamaba el 'Grand Tour', un recorrido por los principales enclaves europeos donde se ubicaba la cuna de la civilización occidental y lo que entonces eran las ciudades de vanguardia. En ese tour no faltaban Italia, Grecia, París y Londres, especialmente si el viajero venía de Estados Unidos.
Con la democratización del turismo, viajar a destinos lejanos empezó a ser asequible para todos. Pero la élite comenzó a distinguirse, primero por ser capaces de viajar más que el resto (así nació la jet set) y luego por poder llegar a destinos cada vez más lejanos. Todos hemos oído hablar de posibles viajes a Marte, a la Luna o a los confines submarinos, con el reciente drama del Titán en la cabeza.
La nueva tendencia, sin embargo, no es desafiar los límites de la gravedad, sino disfrutar del lujo absoluto en un medio de transporte tan siglo XIX como son los trenes. Amparados por la conciencia ecológica, los trenes de lujo se han vuelto a poner de moda entre los ultrarricos, esos afortunados con posibles para comprar alguno de estos cuatro trayectos.
Es el epítome del viaje en tren. Si lo que queremos es disfrutar del trayecto, nada mejor que este tren publicitado como "el expreso más lento del mundo". La propuesta del Glacier Express es atravesar los Alpes suizos para disfrutar de unas vistas privilegiadas a través de sus grandes ventanales.
El viaje transcurre entre las ciudades de St. Moritz y Zermatt, distanciadad por poco más de 290 kilómetros de naturaleza exuberante y a veces nevada, entre noviembre y abril. La decoración está inspirada en los lujosos hoteles de montaña, refugio habitual de las clases acomodadas. El billete básico parte de unos 180 euros, aunque la opción Excellence Class Classic, que incluye un billete en primera clase con otros servicios exclusivos cuesta unos 780 euros por persona, dependiendo de la temporada.
Inspirado en los felices años 20, el British Pullman es otro tren con encanto. Su interiorismo colonial, a base de ratán y maderas nobles, nos transportan a ambientes refinados, propios de la familia real británica, uno de sus afortunados clientes.
El espacio también lleva al viajero a sentirse en una novela de Ágata Christie. De hecho, una de las experiencias disponibles en el tren es, en función del destino elegido, formar parte de la investigación de un asesinato al estilo de la escritora británica. Tomar el té de las 5, disfrutr de una velada con una cata de champán o dejarse envolver por el ambiente de los años 20 son algunos de los atractivos de la experiencia, disponible por un coste de entre 400 y 1.578 euros por persona.
¿Quién no ha soñado con hacer un largo viaje a bordo de un lujoso tren para recorrer todo tipo de destinos? A imagen y semejanza del famoso Orient Express, en España tenemos el Al Andalus, inspirado en los años 20 que emplea la misma serie de vagones que solía usar la monarquía inglesa en sus trayectos por Francia y que ahora ofrece un viaje muy exclusivo por el sur de España. Se trata del tren más largo que circula por las vías de nuestro país, con 450 metros de longitud y 14 vagones que incluyen dos coches restaurantes, un coche cocina, un coche bar, un coche salón de juegos, siete coches cama, un coche para la tripulación y un coche generador. En cuanto al número de viajeros, pueden alojarse hasta 74 personas.
La estación de Santa Justa, en Sevilla, es el punto de inicio de su recorrido. A lo largo de una semana, el tren atraviesa las zonas más turísticas de Andalucía: Jerez de la Frontera, Cádiz, Ronda, Granada, Baeza, Úbeda y Córdoba, entre otras localidades.
La particularidad es que el viaje está planteado como un 'crucero ferroviario'. No solo es un medio de transporte, sino que también funciona como un hotel de lujo para sus afortunados huéspedes por un coste aproximado de 4.000 euros por pasajero.
El Venice Simplon-Orient-Express tiene nueva ruta que estrenará este verano. Se trata del conjunto de vagones más famosos del mundo que recorre Europa y que promete llevarnos a otro tiempo en sus espectaculares estancias elegantemente decoradas, con toques de glamour y recordando a la Edad de Oro. El tren de lujo llegará por primera vez hasta la costa de Liguria, en la Riviera italiana, en concreto a Portofino y su estación de Santa Margherita, tras recorrer cientos de kilómetros desde París.
Se trata de un trayecto exclusivo, que se hará entre el 20 y el 23 de junio de 2024 y en principio está previsto que se repita anualmente. Se saldrá de París por la tarde para recorrer Francia y adentrarse en la costa mediterránea a través de la Proveza para llegar a Portofino, donde los viajeros tendrán el privilegio de disfrutar de dos noches en un impresionante hotel.