En estos días de Semana Santa no serán pocos los que aprovechen sus días libres para tener unos días de descanso y para visitar algún lugar. Y ya que estamos en estas fechas, conocer alguna iglesia o catedral de allá donde vamos y profundizar en sus tradiciones. En España pocas no tenemos, precisamente, lo que sí que hay algunas mucho más conocidas que otras que pasan más desapercibidas, pero no por ello son peores, ni mucho menos. Por eso mismo, National Geographic ha señalado una catedral española que está muy infravalorada y no tiene nada que envidiar a otras, como la de Santiago.
Se trata de la Catedral de Santa Tecla, en Tarragona, de una gran belleza arquitectónica que, pese a ello, es una de las menos reconocidas de España, al menos hasta que se contempla por primera vez. Se trata de un edificio lleno de historia, levantado sobre las ruinas del templo romano dedicado al emperador Augusto.
Su origen se remonta al siglo XII, cuando tras la muerte del caballero normando Robert Bordet, que era príncipe de Tarragona, su viuda y sus tres hijos, Guillem, Robert y Berenguer, quisieron recuperar lo que era de su padre, una revuelta que provocó que el arzobispo Hugo de Cervelló pidió auxilio al rey. Todo parecía que se había arreglado con Guillem jurando fidelidad al obispo, pero días después el joven fue asesinado en Tortosa, donde estaba sirviendo al rey.
La reconciliación se rompió por completo y la familia de Guillem acusó directamente al obispo, que murió después de que Robert le hiriera. En todo caso, lo que se conoce es que Hugo de Cervelló dejó una gran cantidad de dinero para la construcción de la Catedral de Tarragona.
Y así se hizo, y en sus paredes hay grabas cientos de historias que el edificio ha tenido que vivir a lo largo de los siglos, acogiendo en ella un gran patrimonio artístico por sus obras y por su arquitectura, en la que se percibe desde estilo románico hasta el gótico temprano.
Solo de verla desde fuera se puede contemplar su impresionante ábside, pero sobre todo el gran rosetón que se sitúa sobre la puerta principal y que es prácticamente imposible retirar la mirada para admirar su belleza. Sobre el edificio se eleva su campanario, donde se pueden encontrar algunas de las campanas más antiguas del mundo.