El pueblo español que tiene el río subterráneo navegable más largo de Europa

La Vall d’Uxó exhibe un interesante patrimonio monumental que se reparte entre sus dos núcleos tradicionales. Las cuevas de San José constituyen otro de sus atractivos, pues estamos hablando del río subterráneo navegable más largo de toda Europa. La Vall d’Uxó se sitúa en las estribaciones de la Sierra Espadán, en un valle dedicado al cultivo de cítricos y rodeado de cumbres costeras.

Pero además de estas magníficas cuevas, la Vall d’Uixó es un enclave en el que la historia ha dejado restos arqueológicos de incalculable valor, como el Poblado Ibérico de Sant Josep, en el que los restos íberos y romanos se pueden recorrer en una interesante visita guiada. 

Puedes completar esta actividad visitando el Museo Municipal de la Vall d’Uixó, de modo que tu visita, además de disfrutar de los encantos de una formación geológica espectacular, tenga también un gran aporte histórico y cultural. Pero no puedes completar tu visita histórica sin pasar por el recorrido de la Senda XYZ, un cinturón defensivo construido en 1938 que unía Cuenca con Almenara y que conserva trincheras, cinturones defensivos y otras construcciones bélicas que forman parte de nuestra historia. 

Los acueductos de de San José y la Alcudia están a un paseo, desde allí nos adentramos en el casco urbano de la Vall d’Uixó, donde visitar su Mercado Municipal que además es un auténtico museo de arte urbano contemporáneo, y donde seguramente puedas adquirir y probar una deliciosa y dulce manjòvena, ¡aunque es necesario dejar hambre para arroz empedrat! 

Las cuevas de Sant Josep

La boca de entrada a la cueva de Sant Josep está acondicionada como embarcadero destinado a la visita turística de la gruta. Desde aquí un barquero guía las pequeñas barcas a través de una travesía que dura unos 40 minutos y navega a lo largo de 800 metros, pues los 250 metros restantes de la visita se destinan a la galería seca. Se trata de un espacio misterioso y, sobre todo, silencioso, en el que el agua ha moldeado las rocas a placer a lo largo de miles de años, encontrándose formas muy curiosas.

De esta manera, desde el embarcadero se comienza una ruta que desemboca en la Sala de los Murciélagos. Es la primera de las grandes salas. Su nombre hace referencia a la gran cantidad de murciélagos que antiguamente habitaban la gruta de San José. Aquí destaca la bóveda, con miles de formas esculpidas por el agua. Abandonando esta sala y tras pasar el paseo de los enamorados aparece el Lago de Diana, con sus cinco metros de profundidad. Se caracteriza por los colores verdes a causa del musgo que crece en las zonas oscuras, aunque está iluminada artificialmente.

Tras esto se llega a la Boca del Forn, un antiguo sifón ampliado artificialmente. Pasando esta galería se llega hasta un nuevo paso estrecho, la Galería de los Sifones, un antiguo sifón inundado de 60 metros de longitud. Constituye el túnel artificial más largo del recorrido. Aquí viven unos crustáceos que solo se encuentran en este tipo de espacios naturales.

Después aparece la Galería Seca, donde en la roca, gracias al juego de luces y sombras, destacan originales formaciones como la Cascada de la Flor, que cuando llueve a su curioso diseño se suma la caída del agua. Al final de esta el recorrido vuelve a unirse con la galería inundada.

De esta manera, cuando se recorren a pie los 250 metros a través de un pasillo guiado por las rocas, se llega a otro embarcadero. Antes de subir de nuevo a la barca, puede vislumbrarse el inicio de un oscuro túnel que lleva hasta la cueva ya explorada pero cerrada al público. Unos 1950 metros en total en el que está escondido el secreto del inicio del manantial subterráneo de la cueva de Sant Josep. Son pocos los que han entrado en esta parte de la cueva, espeleólogos y expertos.

Antes de que concluya la visita, y de vuelta en la barca, se puede observar la zona conocida como La Catedral, pues cuenta con una bóveda de 12 metros de altura. Aquí pueden verse colgando por toda la sala estalactitas tan extrañas como La Medusa, que recuerda a este animal.

Sin embargo, lo curioso es que a pesar de las muchas visitas que han llevado a cabo diferentes espeleólogos a la cavidad, todavía no se conoce el origen del río ni tampoco el final de la gruta. Interesante es también la temperatura dentro de la cueva de Sant Josep, que se mantiene constante a 20ºC durante todo el año. Actualmente presenta 2.750 metros de recorrido, convirtiéndose en la cavidad de mayor recorrido de Castellón y la segunda de la Comunidad Valenciana.

Los tipos de entrada

Para disfrutar de las cuevas de Sant Josep se debe reservar con antelación en su página web (covesdesantjosep.sacatuentrada.es). Cuenta con cuatro tipos diferente de entradas que tienen las siguientes condiciones:

  • Las Coves de Sant Josep. Este pase es el mencionado anteriormente y tiene un coste de 14 €, siendo la reducida de 10 € para personas con discapacidad, jubilados y estudiantes.
  • Espeleokayak en Coves de Sant Josep. Esta actividad permite descubrir las cuevas en un kayak. Tiene una tarifa única de 40 € y una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos.
  • Poblado Íbero de San Josep. En la visita se puede conocer el poblado íbero de la mano de un guía turístico. Tiene una duración de 1 hora aproximadamente y un coste de 3 €.
  • Visita de arte rupestre y poblado de Sant Josep. Permite contemplar las pinturas, grabados y otros hallazgos prehistóricos del embarcadero de les Coves de Sant Josep. Tiene una duración de alrededor de 2 horas y un precio de 3 €.