Un viejo axioma de la aviación comercial dice que es prácticamente imposible que una turbulencia común afecte la seguridad del vuelo. Sin embargo, estas se cuentan entre las principales causas del miedo a volar que experimenta aproximadamente un 25% de la población global. Y dependiendo de su intensidad, las turbulencias pueden no ser del todo inocuas. Este miércoles, los fuertes movimientos durante un vuelo entre Londres y Singapur -se trató de una Turbulencia de Aire Claro, un tipo de sacudida que es imposible de prever porque no se ve en los radares- causó un muerto y decenas de heridos. ¿Qué está ocurriendo?
Aunque las turbulencias de aire claro siempre han estado allí, es un hecho comprobado que el cambio climático está acrecentando los factores que las determinan. Un estudio realizado por la Universidad de Reading en Inglaterra asegura que en cuatro décadas -entre 1980 y 2020- las turbulencias se incrementaron hasta en un 17%. Y los efectos del calentamiento global sobre la atmósfera se han acelerado en los últimos años hasta un punto que muchos consideran de 'no retorno'. Es decir que el clima irá evolucionando y ya no volverá a ser el mismo. ¿Tendremos que acostumbrarnos a un mayor número de turbulencias en los vuelos? Todo indica que sí.
Como le dijo Francisco Cruz, colaborador del Departamento Técnico del Sindicato de Pilotos de España (Sepla), al diario 20minutos.es "las turbulencias de aire claro son ahora más habituales en vuelos del Atlántico Norte, Oriente Medio y cerca de Sudamérica". ¿Significa esto que hay más riesgos de accidentes aéreos?
No hay más riesgos de accidentes, es un dato técnico que las turbulencias no rompen un avión ni lo hacen caer ni nada parecido, pero sí más riesgos de incidentes. Como en el caso del vuelo de Londres, un descenso brusco de la altitud de vuelo puede hacer que pasajeros que no llevan puesto en ese momento el cinturón de seguridad, sufran lesiones que incluso pueden ser, en algunos casos como el del miércoles, mortales. Esa es la razón por la que en todos los vuelos comerciales los asistentes de vuelo recomienden llevar el cinturón de seguridad puedo 'por defecto' y aunque no esté encendida la luz de advertencia. Eso e intentar mantener la calma y la confianza en los profesionales de la aviación, es lo mejor que podemos hacer para evitar contratiempos. Recordemos que solo hace unos años que nos ponemos el cinturón de seguridad de los coches de manera automática, lo mismo tiene que ocurrir en los aviones.