En España son muchos los lugares llenos de encanto que se han convertido en parada indispensable, no solo para turistas, también para la gente de la zona. De entre todos los pueblos y ciudades que hay para descubrir, los que esconde Asturias no dejan de sorprender, por su historia pasada, pero también por su presente, que sabe aprovechar lo bueno de su esencia y lo mantiene.
Es precisamente lo que sucede en Cudillero, un enclave único, donde pasado y futuro se dan la mano para que todo el mundo disfrute de este rincón, un pueblo pesquero que ha pasado a ser uno de los imprescindibles del lugar porque ha sabido respetar su historia mientras se adaptaba a los nuevos tiempos.
Es para muchos uno de los pueblos más bonitos de España y su belleza es solo una pequeña pincelada de todo lo que tiene para seducir al viajero que decide hacer una parada en este pueblo bañado por el mar.
Quienes hayan debido añadir Cudillero a su lista de lugares para visitar deberían estar orgullosos, porque es uno de esos pueblos que merecen la pena. Con el tiempo se ha convertido en uno de los más conocidos y sus casas de colores, que aparecen trepar sobre el terreno, ya son una de las imágenes más conocidas y reconocidas de Asturias.
Playas únicas, valles verdes y unas vistas de escándalo son solo una pequeña parte de lo que este lugar tiene para ofrecer al viajero que decide pasar su tiempo aquí. Uno de los mejores planes que se puede hacer una vez allí es pasear por sus calles y descubrir los rincones secretos que tiene este lugar, un pueblo que permanece fuera de la vista hasta que prácticamente estás allí, gracias al enclave que ocupa, ubicada en un recodo natural.
Un lugar en el que los amantes de la gastronomía quedarán satisfechos, como también aquellos que sienten predilección por el mar, porque tanto sus playas como su puerto es digno de una visita. Quienes prefieran disfrutar de la naturaleza encontrarán en sus miradores todo lo que necesitan.
También esconde algunos misterios, como el túnel que une el puerto con el centro del pueblo, de una longitud de unos 300 metros y en cuyo interior fluye el río Piñera. Se cree que, además de unir dos puntos de forma directa, este túnel pudo usarse en el pasado para transportar pescado, aunque lo que está claro es que su función es redirigir el río fuera del centro del pueblo.
Aunque se estima que es mucho más antiguo, su estructura actual data de finales del siglo XIX o principios del XX y está revestida de piedra y ladrillo. Ligeramente iluminado, es un camino relativamente sencillo de hacer y que hará las delicias de los viajeros ávidos de aventura. En pendiente, el final del mismo es una escalera que directamente deja al caminante en la parte alta del pueblo, donde podrá seguir descubriendo lo que esconde Cudillero.