Al norte de Almería, en la Sierra del Aguilón, se esconde una de las joyas geológicas más impresionantes de la naturaleza: la Geoda de Pulpí, una profunda cavidad rocosa tapizada con enormes cristales de yeso que, por su tamaño, está considerada como la geoda visitable más grande de todo el mundo.
En el municipio de Pulpí, en la localidad de Pilar de Jaravia, se encuentra la Mina Roca, también conocida como Mina Quien Tal Pensara, una mina de hierro, plomo y plata que durante la última década del siglo XIX se convirtió en uno de los yacimientos mineros más relevantes de España.
Hasta 1936, esta excavación gozó de gran importancia en nuestro país, pero el estallido de la Guerra Civil hizo que cayera en desuso y que, durante décadas, permaneciese en el olvido. Sin embargo, todo cambió en 1999, año en el que miembros del Grupo Mineralogista de Madrid descubrieron un maravilloso tesoro que la volvería a poner en el mapa: la Geoda de Pulpí.
Se conoce como geoda a una cavidad rocosa tapizada con cristales de distintas naturalezas. Normalmente, estos accidentes geológicos miden en torno a 30 centímetros de diámetro, pero en el caso de la Geoda de Pulpí las dimensiones son mucho mayores.
Situada a más de 50 metros de profundidad, esta cueva tiene ocho metros de longitud, tres de ancho y aproximadamente dos de alto, unas características que la han convertido en la geoda más grande de toda Europa y en la segunda más grande del mundo, solo superada por la de Naica, en México.
Además de su impresionante tamaño, la Geoda de Pulpí destaca por sus enormes cristales de selenita, una variedad de yeso cristalino que recubre su techo, suelo y paredes. Según señalan desde la web oficial de la Geoda de Pulpí, estos prismas pueden llegar a medir hasta dos metros, y se encuentran en tan buen estado de conservación que están considerados como “una joya de la naturaleza”.
La Geoda de Pulpí es un fenómeno único a nivel mundial, un hallazgo irrepetible. Su impresionante tamaño, las dimensiones de sus cristales, que no suelen encontrarse en otras geodas, su transparencia y la ausencia de imperfecciones la distinguen de otras muchas cuevas del mundo, haciendo de ella un prodigio de la naturaleza.
Sus orígenes pueden explicarse en dos fases relacionadas con la formación del hueco y su depósito mineral. Tal y como apuntan desde la web oficial, la cavidad en la roca surgió “por la karstificación de las dolomías que forman la Sierra del Aguilón, acompañada de inyecciones hidrotermales volcánicas”, mientras que el depósito mineral puede explicarse “mediante un modelo mixto kárstico-hidrotermal.”
Este tesoro natural ha permanecido oculto a la población durante años. Sin embargo, desde el cinco de agosto de 2019 puede visitarse. Para permitir el acceso de público, se ha realizado una importante labor de acondicionamiento que ha permitido que se limpiasen en torno a 700 toneladas de tierra y escombros y que se construyesen distintos accesos.
Estas obras contaron con un presupuesto de medio millón de euros, pero, gracias a ellas, Almería puede presumir de tener la geoda visitable más grande del mundo, ya que la de Naica, a pesar de superarla en tamaño, no admite visitas por sus altas temperaturas, la mala calidad de su aire y su difícil acceso.
Hasta ahora, más de 50.000 personas han podido visitarla y, si quieres ser el siguiente, anota: el horario es de 9:00 a 19:30 y la entrada general tiene un precio de 22 euros. La visita dura en torno a noventa minutos y para poder acceder es imprescindible que lleves calzado cerrado, así que olvídate de las chanclas y sandalias.