Esta claro que este verano se busca viajar dentro de España para comenzar a potenciar nuestro turismo, pero lo más probable es que tras varios meses confinado quieras descubrir mundo. Si algo nos ha enseñado el coronavirus es que no hay tiempo que perder, y ya que visitar España siempre está al alcance de la mano… ¿Por qué no un viaje diferente? A un lugar paradisíaco, con arena dorada y aguas cristalinas. Lugares remotos a los que incluso el COVID-19, si no fuese por las noticias, no hubiese llegado. La paz y la tranquilidad que necesitas después de unos meses tan movidos es posible.
Puede que haya llegado el momento de desconectar de tanta sobreinformación y permitirte relajar y despejar la mente en un lugar exótico y diferente, sin grandes aglomeraciones de gente. Si lo que buscas es una isla paradisíaca, te traemos unas cuantas en las que disfrutar sin que la sombra del coronavirus te acompañe.
Casi mil islas componen este país al norte de Australia y al este de Papúa Nueva Guinea, por lo que facilidad para estar libre de coronavirus no es, pero sus autoridades fueron rápidas, convirtiéndose en uno de los países del Pacífico que antes cerraron fronteras. Sus aguas cristalinas, las zonas volcánicas o sus selvas llenas de vegetación y fauna han estado meses sin turistas, por lo que los primeros que lleguen serán todo unos privilegiados.
Este país compuesto por dos islas, una más habitada y otra en la que la naturaleza es la protagonista, también se encuentra en medio del océano Pacífico, en la Polinesia. Si por algo es famosa es por esas playas en las que no te importaría esta ahora mismo tostándote al sol o por sus bosques tropicales llenos de fauna y flora autóctona. Aunque su principal aliciente es, sin duda, el submarinismo por el arrecife de coral que las rodea.
Una pequeña isla forma todo el país, que es el tercero más pequeño del mundo, solo por detrás de Ciudad del Vaticano y Mónaco. A pesar de estar en medio del Pacífico, no es una isla que viva y dependa del turismo, pues su economía siempre ha estado orientada a la explotación de unos depósitos de fosfatos que hay en ella. Aún así, tiene grandes playas en las que disfrutar.
Parece que la grandiosidad del océano Pacífico ha librado a muchos pequeños países paradisíacos del coronavirus, como las Islas Cook, al norte de Nueva Zelanda. Como en todo destino de aguas cristalinas, su principal reclamo es disfrutar del agua y conseguir un moreno espectacular, pero la naturaleza de las islas invita a descubrirlas de una forma más profunda para adentrarse en sus zonas boscosas.
Con casi 200 islas, forma parte de la Polinesia, así que ya puedes imaginarte la belleza de sus playas y de su interior. Muchas de sus islas están despobladas, concentrándose la población y el turismo en algunas de ellas. Aunque adentrarse en aquellos lugares completamente vírgenes del archipiélago es toda una experiencia única para cualquier viajero.
Sus playas son todo un reclamo para cualquier amante del buceo y también para los bañistas, pero llegar hasta Kiribati no es tarea fácil, pues solo existen unos pocos vuelos semanales que salen desde Fiji o Australia, por lo que no es de extrañar que sea uno de los países menos visitados del mundo a pesar de su belleza.
Este es un archipiélago de origen volcánico que llegó a ser declarado como el país de la felicidad por eso de que no existe el estrés, o porque puedes ir a una playa y estar completamente solo. Incluso hay islas en las que hay más canoas que coches, puede que ese sea su secreto para vivir de forma tan relajada. Si las visitas, quien avisa no es traidor, no querrás abandonar las islas.
Están literalmente en medio del océano Pacífico, rodeadas de kilómetros y kilómetros de mar. Pero si buscas una imagen de la palabra paraíso probablemente aparezca este archipiélago como ejemplo. Miles de kilómetros de arena blanca y aguas cristalinas y su belleza son su principal reclamo.
El océano Pacífico y sus millones de islas han conseguido que algunos lugares del planeta consigan la ansiada etiqueta de libre de coronavirus. Si llegar para los humanos es complicado, también lo es para el virus, por lo que debemos seguir cuidándolas para que todo su atractivo se mantenga intacto y podamos disfrutar de todas sus maravillas.