En los últimos años el turismo naturista o nudista ha ido ganando adeptos. Cada vez son más los viajeros que se despojan del bañador o el bikini para poder disfrutar de una experiencia directa con la naturaleza. Los 8.000 kilómetros del litoral español están salpicados por algunas de las mejores playas nudistas del mundo. Pero España no es el único país donde el nudismo goza de buena salud. En Portugal y Francia, también hay enclaves atractivos, casi, casi a tiro de piedra. Empecemos por el vecino del norte.
En la zona de la Provenza, tocando la Costa Azul, se ubica el pueblo de Agde y sus famosas playas: Cap d'Agde. En la web oficial de la localidad se comparte la oferta de un lugar de vacaciones familiar, con los atractivos habituales: playas, parques temáticos, restaurantes y actividades de ocio.
Algo menos se dice de la villa naturista, un lugar pensado no solo para practicar el nudismo sino para el disfrute de los cuerpos. El sexo forma parte del día a día hasta el punto de que a Cap d'Agde se le conoce como "capital del vicio". El complejo está organizado como cualquier otro resort en cuanto a oferta hotelera y de ocio, con la peculiaridad de que los turistas van en su mayoría desnudos o vestidos de forma que indica claramente que están dispuestos a tener sexo. Si se miran los comentarios de los usuarios en cualquier página de viajes, las opiniones son variadas, desde la persona entusiasta hasta la más crítica.
El naturismo experimentó en Francia un gran crecimiento en los años 80 y 90. En la Costa de Plata, al suroeste de Francia, en todo el área del Golfo de Vizcaya, existen abundantes hoteles y campings en los que dejarse la ropa y los complejos en casa.
La Jenny es uno de los emplazamientos más grandes y sofisticados. Este enclave de 700 bungalows tiene todos los servicios que podemos necesitar, incluyendo un campo de golf, picadero para montar a caballo, pistas de tenis y hasta de tiro de arco. Hay playas espectaculares cerca del complejo y muchas posibilidades de alojamiento para vivir la experiencia nudista solo, con tu pareja o con amigos.
Portugal es uno de los destinos favoritos de los españoles, tanto la zona de Lisboa y Comporta como, cada vez más, la del Algarve. Allí hay dos playas nudistas oficiales: Praia do Barril, en Isla de Tavira, declarada naturista en 2004, y Praia da Barreta, en Ilha Deserta, naturista desde 2011, dos enclaves idílicos con un extra, ya que Tavira está considerada una de las siete maravillas de Portugal.
Ambas playas está retiradas de las zonas más concurridas. Para llegar tendrás que caminar por la arena un par de kilómetros hacia el oeste para encontrar en un entorno más salvaje y desierto, donde por fin podrás quitarte la ropa y estar en contacto directo con a naturaleza. Ambas playas carecen e vigilancia o servicios, así que toca ir bien provisto de comida y bebida. A cambio, disfrutarás de un picnic en el más maravilloso de los entornos.
La playa de Vera, en Almería, fue una de las pioneras en permitir el nudismo. Hoy es una zona consolidada donde se ve a muchas familias practicar esta forma de vivir en plena naturaleza. En los aledaños de la playa hay un hotel de estilo andaluz considerado como uno de los mejores alojamientos de nudismo a nivel internacional y, por supuesto, es uno de los pioneros en España. El hotel prohíbe las cámaras en todo el recinto y bañarse sin ropa en la piscina es obligatorio hasta las ocho de la tarde.
En la misma zona hay complejos naturistas donde alquilar apartamentos. Incluso es posible pernoctar en el cámping de Vera, donde también hay habilitada una zona nudista.
Ubicada en un enclave natural de pinares y dunas de La Albufera, en Valencia, esta bella playa de 800 metros de arena blanca y aguas tranquilas está considerada una de las mejores playas nudistas de España. En ella el bañista puede practicar nudismo de forma relajada, un plus que no siempre es posible conseguir.
La playa del Saler se sitúa frente a la Torre 5, al lado del Hotel Sidi, y se encuentra perfectamente señalizada con carteles, accesos para personas con discapacidad, duchas y un puesto de la Cruz Roja. En suma, una de las pocas playas nudistas que dispone de todos los servicios de una playa que merecería la Bandera Azul.