Uno por cada siete. Esa es la proporción del alcance que tienen los mensajes de tipo positivo y negativo en Twitter: por cada contenido positivo hay siete negativos en torno al mismo tema. El ratio explica, en parte, la profusión de palabras y conceptos negativos que se cuelan en las redes y la existencia de comunidades 'trolls' que pueden llegar a arruinar la reputación de personas, entidades, marcas...
Cuando esta realidad se asocia a fenómenos específicos de acoso o bullying, la combinación puede ser aún peor. Una de las primeras respuestas a este fenómeno es Gas, una app que anima a los adolescentes a decirse cosas buenas entre ellos. Los usuarios responden de forma anónima a varias preguntas con las que se crean los perfiles que, más tarde, terminarán interactuando. El objetivo es crear listas de amigos para crear una comunidad sana que solo dé buenas sensaciones.
La aplicación se lanzó en agosto de 2022, y según The Wall Street Journal fue la plataforma más descargada en la App Store de Apple durante la semana pasada. De momento, Gas solo está disponible en doce estados de Estados Unidos. Aún no se sabe si se expandirá a otros países, aunque no sería extraño que
Los creadores de Gas son Isaiah Turner, Dave Schatz y Nikita Bier, asimismo, Bier afirmó en The Hustle que "los usuarios le han dado crédito a la aplicación por mejorar su autoestima y hacerlos sentirse más amados".
Aplicaciones como Gas son valiosas porque permiten atemperar una tendencia negativa, como las malas 'vibras' de algunas redes sociales, y pueden ayudar en casos complejos de abusos.
Pero, además, practicar la amabilidad, dentro y fuera de las redes, tiene efectos positivos. En su libro 'Los cinco beneficios de ser amable', el doctor en Química Orgánica David Hamilton comparte las investigaciones que demuestran cómo siendo amables nuestro cuerpo y nuestra mente están más sanos. Según explica, la amabilidad retarda los siete grandes procesos del envejecimiento, previene y actúa contra la depresión, al tiempo que ejerce una acción cardioprotectora y detiene el estrés. Así lo explicaba en La Vanguardia: “Las pequeñas acciones diarias de amabilidad son más importantes que una gran acción. Lo importante es que seamos constantes. La empatía es la semilla que hace que crezca la compasión que florece en la amabilidad".