El Mundial de Qatar está dando qué hablar y no solo en términos deportivos. En el caso de la Selección Española de Fútbol, habrá que esperar al próximo miércoles 23 para ver cómo se estrena. Mientras tanto, Luis Enrique, el entrenador de La Roja, protege al equipo para que esté concentrado, al margen de cualquier polémica. Y si eso implica tratar temas incómodos, lo hace sin problemas. En ese contexto, el míster se ha hecho viral con las declaraciones en las que, por primera vez, hablaba públicamente de la relación de su hija Sira con el futbolista Ferrán Torres.
Si la relación entre cualquier yerno y cualquier suegro, a priori, puede ser no del todo fluida, la cosa se complica cuando ambos comparten espacio de trabajo y uno, el padre de la novia, es, además, el superior jerárquico del novio. ¿Cómo se gestiona eso para que no salten chispas? Hemos hablado con la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro. La experta nos da las claves para que suegro y yerno, además de familia y compañeros de trabajo, puedan, incluso, llevarse bien.
Ambas son relaciones que nos imponen; sin embargo, las dinámicas son distintas. "Entre yerno y suegro suelen funcionar porque dos hombres son menos complicados que dos mujeres, nuera y suegra. Más de dos tercios de yernos y suegros se sienten cercanos, mientras que solo uno de cada seis siente que la relación es tensa", afirma la experta.
Superada la crisis inicial, es fácil que la relación vaya bien. "Es normal que los padres perciban que han ganado un hijo. Hay casos en que perciben que el yerno es un enemigo, pero son pocos casos y ocurren cuando sientes que el novio supone una amenaza o quiere aprovecharse", explica Lara Ferreiro.
Que llegue un miembro nuevo a la familia siempre va a implicar un momento de crisis. ¿Cómo podemos suavizarla? "Es muy importante la adaptación, que entre ellos sepan ajustarse y ceder. Hay que fijarse en los estándares: si es una persona sana y quiere a tu hijo de verdad, hay que darle una oportunidad y nunca confrontar con tu hijo o con tu hija. Hay que dar un tiempo a la relación", señala la psicóloga.
Los hijos también desempeñan un papel importante. "Pueden hacer que se lleven bien, gestionando bien la información y diciendo cosas positivas de la otra parte". Si el novio o la novia tiene dudas sobre cómo va a caer su pareja en la familia, hay un recurso infalible: "Que se fije en cómo trata a sus padres, va a ser muy parecido a cómo trate a la otra familia", asegura esta experta.
Si hay relación profesional entre yerno y suegro, la cosa comienza a complicarse. Pero hay soluciones. "Hay que saber que hay dos 'cajitas', dos compartimentos: lo laboral y lo personal. Cuando trabajas con miembros de tu familia, lo primero que tienes que hacer es establecer límites entre lo profesional y lo familiar", explica la psicóloga.
El objetivo de esta separación de ámbitos es lograr que una esfera no contamine la otra. "Fuera del trabajo, no se habla de cosas del trabajo porque, si no, te llevas los problemas del trabajo a la familia. Nunca hay que mezclar", sostiene la terapeuta.
"No hay que dejar que los sentimientos personales se interpongan en lo profesional. Hay que ser muy frío y no dejarse llevar ni por lo positivo ni por lo negativo. Tienes que tomar decisiones como si esa persona fuese un empleado más", afirma la psicóloga.
La relación entre yerno y suegro puede empeorar si surgen los problemas en el entorno profesional. "Hay que hacer una comunicación eficaz y no dejar que el problema se enquiste porque eso hará que la relación empeore. Si el problema está en el campo de fútbol, hay que resolverlo cuanto antes, teniendo en cuenta que, en este caso, Luis Enrique tiene que tratar a todos por igual, no puede mostrar preferencias porque, por una parte, unos jugadores se sentirán poco respetados y el yerno también se sentirá mal porque creerá que le ha favorecido", explica Ferreiro.
En opinión de la experta, es muy importante respetar la cultura familiar. "Hay que adaptarse a las tradiciones de la familia, aunque luego tengas una negociación con tu pareja". Pero lo más importante para la psicóloga es ser discreto. "Nunca hay que airear los trapos sucios ni entre compañeros ni ante la prensa. Tampoco hay que hablarle mal a la pareja de tu jefe; es decir, su padre. Si necesitas desahogarte, hay que hacerlo fuera del entorno profesional".
Cuando el noviazgo acaba, pero se mantiene el vínculo profesional, hay que poner en práctica toda una serie de pautas basadas en el respeto. "Cada familia va a tomar partido por uno o por otro; hay que tenerlo claro", asegura la psicóloga, quien insiste en que la clave es mantener la profesionalidad. "Si es muy buen profesional o está jugando muy bien al fútbol, no se le puede despedir porque ya no esté con tu hija. Hay que mantener la objetividad, pero también hay que estar atentos a que la relación se rompa bien porque, si no, vas a estar condicionado", señala Ferreiro.
Si conseguimos que la ruptura no influya en lo profesional, hay que seguir observando ciertos límites. "La cuestión en mantenerse en lo estrictamente profesional y no compartir información personal de tu hija o tu hijo", alerta la psicóloga. Ateniéndonos a la clasificación de las relaciones (amiga, enemiga o neutra), los vínculos entre exsuegros o exyernos que siguen trabajando juntos es no salirse de los márgenes de una estudiada y cordial neutralidad.