Fue un referente imprescindible del sindicalismo durante la dictadura, la transición y la democracia. Dedicó su vida al servicio de la causa obrera y jugó un papel clave en la conquista de los derechos laborales y sociales en nuestro país. Ha muerto a los 95 años Nicolás Redondo Urbieta, secretario general de UGT entre 1976 y 1994, según ha anunciado la propia organización sindical que lideró durante tantos años.
Nació en Barakaldo, Vizcaya, en 1927. Su padre, Nicolás Redondo Blanco, trabajador de los Altos Hornos, ya era militante del PSOE y de UGT en 1915, y tras la Guerra Civil lo condenaron a muerte, aunque luego le conmutaron la pena por 30 años de cárcel. A su madre no llegó a conocerla. En 1937, cuando solo contaba diez años, fue evacuado junto con otros niños vascos en el buque 'La Habana' y llevado a Burdeos (Francia), donde le recogió una familia minera de Herault de origen español, con la que convivió hasta 1940.
Reclamado por su familia al término de la Guerra Civil, en 1940 regresó al país. Acudió a la Naval de Sestao en calidad de aprendiz de oficial ajustador y allí permanecería hasta 1973, cuando fue despedido por un activismo sindical que le llevó a ser detenido y procesado por el régimen de Franco en numerosas ocasiones. Incluso fue desterrado a Las Hurdes en 1967.
El 18 de abril de 1976 fue elegido secretario general de la UGT en el 30 Congreso de la central sindical socialista. Dos años antes había renunciado a liderar el PSOE en el congreso de Suresnes. Fue elegido diputado de los socialistas por Vizcaya en 1977, 1979, 1982 y 1986. Pero en 1987 renunció a su escaño tras votar en contra de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 1988 y mostrar su desacuerdo con la política laboral de Felipe González. Convocó junto a CCOO la famosa huelga general del 14 de diciembre de 1988, y dos huelgas generales más en junio de 1992 y enero de 1994. Ese mismo año dejó paso a Cándido Méndez como secretario general de la UGT y abandonó toda actividad política y empresarial.
Se casó con Natividad Terreros Uriarte, en sus palabras, "el convenio que mejor he negociado". "Nos conocimos en muy poco tiempo, quedamos de novios y... en 1951 me detuvieron por primera vez y ya me llevaba bocadillos a La Casilla, donde estaba el cuartel", contaba en una entrevista con 'Diario Sur'. Natividad falleció en 2014 a los 87 años.
De esa relación nacieron Idoia Redondo Terreros y Nicolás Redondo Terreros, quien a los 17 años y sin dar cuenta a su padre se afilió a las Juventudes Socialistas y, con el tiempo, llegaría dirigir el Partido Socialista de Euskadi. A sus nietos Ignacio y Marina prefería no contarles muchas batallitas porque "a los Redondo nos cuesta exteriorizar las emociones. Igual que mi difunto padre y mi hijo, hablamos muy poco de nosotros".
Nicolás Redondo llevaba dos décadas retirado de la primera línea sindical y en los últimos años estaba aquejado de una dolencia que ha causado su muerte. "Hombre comprometido, valiente y coherente, estuvo siempre a la altura de los retos y tiempos históricos que le tocó vivir", le despedíasu sindicato, una de las muchas voces que se han alzado para lamentar la pérdida de una persona que, según la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, "consagró su vida a la defensa de las personas trabajadoras, las libertades y la democracia".