Hace solo unas semanas hablábamos de María Branyas, que tras la muerte de la monja francesa Lucile Randon, se convirtió en la persona más longeva del mundo con 115 años y 320 días. La mujer, que ha vivido una gran cantidad de acontecimientos históricos, el último la pandemia, ahora ha sido la protagonista de algo especial, ha cumplido años siendo la persona más longeva del mundo, con un total de 116 años. Una mujer que se ha vuelto famosa en redes sociales, donde se describe así en su biografía de Twitter: “Soy vieja, muy vieja, pero no idiota”.
Sus redes sociales no las maneja ella, sino que lo hacen sus familiares y el 4 de marzo daba los buenos días anunciando que era su cumpleaños y que sumaba 116 años. “He tenido que llegar a edad avanzada para aprender a amar el silencio. En el silencio aparecen señales emocionadas y en los cruces de la memoria detecta nombres que el tiempo pretendía ahogar”, decía en su Twitter citando a Seifert.
“Muchas gracias por las felicitaciones por mi cumpleaños 116. He recibido un alud de cariño que me ha colapsado y no puedo responder individualmente. Lo hago con este tweet como agradecimiento a todo el mundo por su tiempo dedicado a mí”, exponía hace unas horas.
La catalana lleva 22 años viviendo en la residencia Santa María del Tura de Olot en Girona. Pese a la fama que ha cogido en las últimas semanas por ser la persona más longeva del mundo, intenta preservar su intimidad y se mantiene alejada de la prensa para estar tranquila, utilizando principalmente su perfil de Twitter, donde acumula más de 11.000 seguidores, como vía de comunicación con el resto de las personas.
Realmente María no nació en España, sino en Estados Unidos, ya que su padre, un periodista de Pamplona, decidió cruzar el charco en busca de una vida mejor, pero durante la Primera Guerra Mundial decidió volver a España, donde la mujer ha pasado prácticamente la totalidad de su vida.
La fortaleza de la mujer es tal que en 2020 pasó la covid-19 dentro de la residencia tras contagiarse, con 113 años, consiguiendo vencer al virus y superarlo en un momento en el que las residencias fueron las principales afectadas ante la primera ola de contagios al inicio de la pandemia.