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A principios del pasado mes de febrero el Congreso de los Diputados aprobó la nueva Ley de Bienestar Animal, una nueva normativa que busca combatir el maltrato y abandono animal y que sirve de complemento a la norma aprobada a comienzos de 2022 que determinó que los animales dejaban de considerarse legalmente como “bienes inmuebles o cosas” y que reconocía su naturaleza como “seres sintientes”.
Esta nueva normativa, que ha sido objeto de polémica durante las últimas semanas por no incluir a los animales de caza en ella, endurece las multas por maltrato animal y regula la comercialización de animales. En concreto, el nuevo texto, que aún debe pasar por el Senado para aprobarse de manera definitiva, prohíbe el sacrificio de mascotas sin causa debidamente justificada y fija penas de hasta 36 meses de prisión y sanciones económicas de hasta 200.000 euros por maltrato y abandono. Además, prohíbe la exhibición y venta de animales de compañía en tiendas y establece la obligatoriedad de estar registrado como criador para poder comercializar animales y de esterilizar a las mascotas para evitar camadas innecesarias.
Más allá de estos cambios, el nuevo texto también recoge importantes novedades que afectan directamente a los dueños y a todo aquel que esté pensando en adoptar una mascota. En este sentido, uno de los puntos más llamativos de la nueva Ley de Bienestar Animal es que regulará la tenencia de ciertos animales a través de un “listado positivo” en el que se incluirán todas las especies que sí se pueden tener legalmente como mascota, siendo ilegal la posesión de cualquiera que no esté incluida.
Este listado aún no está cerrado, y aunque se sabe que animales como los gatos y perros sí estarán dentro de ella, se desconoce qué otras especies pasarán el corte. Aun así, la decisión de incluir a un animal o no de la lista se fundamentará en base a tres principios: que no sea un problema para la biodiversidad, que no sea un problema para la salud pública y que no afecte a la seguridad ciudadana.
La prohibición de tener ciertas mascotas se aplicará a partir de la entrada en vigor de la ley. Es decir: no será retroactiva. Aquellos que anteriormente hubieran adoptado un animal excluido de la lista no estarán obligados a deshacerse de él.
Además de definir qué animales pueden tenerse como mascotas o no, otro de los puntos más destacados de la nueva Ley de Bienestar Animal es que fija un tiempo máximo en el que los animales de compañía pueden estar solos en casa.
En concreto, la norma fija que los gatos podrán quedarse solos un máximo de tres días, mientras que los perros podrán quedarse solos un máximo de 24 horas. En el caso de los perros de pastoreo, estas 24 horas podrán superarse, siempre y cuando lleven un dispositivo de geolocalización y dispongan de un refugio en el que guarecerse.
El incumplimiento de estos plazos está sancionado con multas que pueden ascender hasta los 10.000 euros. La nueva Ley de Bienestar Animal también recoge que para poder adoptar un perro será necesario superar un curso de formación gratuito y disponer de un seguro de responsabilidad civil frente a terceros que cubra las lesiones que el animal pueda provocar a otras personas.