Si la semana pasada España quedó conmocionada ante la maternidad subrogada de Ana Obregón, el asombro de ahora es doble: la actriz ha anunciado que el bebé nacido en Miami no es su hija, sino su nieta: la hija de Aless, fallecido en 2020. Estamos hablando, por tanto, de un hecho inédito: abuela subrogada, una circunstancia que plantea retos en el futuro de la vida de la actriz y de la recién nacida. De todo ello, ha hablado en una entrevista exclusiva a la revista ¡Hola!, de la que extraemos las declaraciones más reveladoras.
La primera revelación es que la bebé no es la hija de Ana Obregón, sino su nieta. "Esta niña no es mi hija, sino mi nieta. Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es y lo orgullosa que tiene que estar de él. Va a tener pasaporte americano y doble nacionalidad. Legalmente es mi hija y así aparece en su pasaporte. La registraré en el Consulado español y luego podré traerla a casa".
El nacimiento de Ana Sandra no ha sido algo improvisado. Han sido tres años de pruebas médicas y psicológicas y de trámites burocráticos. "La decisión de comenzar con el proceso de gestación subrogada la tomé el día que mi niño se fue al cielo. Ese mismo día".
Ana Obregón explica que el nacimiento de la bebé no es un capricho, sino el último deseo de su hijo. "La gente no sabe es que esta fue la última voluntad de Aless: la de traer un hijo suyo al mundo. Así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer. Esto se llama testamento ológrafo y se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus últimos deseos, aunque el notario no pueda estar presente en ese momento. El documento existe y es legal".
Lograr el nacimiento de la hija de Aless ha sido, desde la muerte del joven, el objetivo vital de Ana Obregón. "Desde ese momento, lo único que me ha permitido seguir viviendo cada día, cada segundo, es cumplir la misión de traer al mundo una hija de Aless. Si no fuera por esto, yo no estaría aquí".
La actriz es contundente sobre la polémica originada en España: "Este debate es absurdo porque esta técnica de reproducción asistida se lleva haciendo muchísimos años y es legal en muchos países del mundo. Muchas parejas que no pueden tener hijos o parejas homosexuales utilizan esta técnica. ¿Qué escándalo es este ahora? En España estamos en el siglo pasado".
El proceso ha sido largo y difícil. La actriz no quería que pudiera malograrse por ningún motivo y decidió no compartirlo con nadie, excepto tres personas: "No lo sabía nadie. Solo Alessandro y mis hermanas, Celia y Amalia, que son unas tumbas. Han sido tres años y el proceso no ha sido nada fácil. Intervienen médicos, abogados y agencias para que todo sea correcto y legal".
La decisión de llevar a cabo una gestación subrogada cuando se tienen años para ser abuela está llena de dudas y condicionantes. No ha sido el caso de Ana Obregón: "Si el testamento y la última voluntad de mi hijo era eso, ¿cómo no lo voy a hacer? Yo le juré que le iba a salvar y no pude salvarlo. ¿Cómo no voy a hacer lo que él quería que hiciera? No voy a admitir ninguna opinión en contra, nada más que la de un padre o una madre que haya enterrado a un hijo".
Desde la muerte de Aless Lequio, la actriz expresó en varias ocasiones que había muerto en vida. Ana Sandra Lequio es ahora la "luz" en esta nueva etapa. "Le voy a dar todo el amor que tengo. Y va a ser una niña sana y feliz. Porque ya me toca. Han sido cinco años de sufrimiento, luchando con mi hijo codo a codo contra el cáncer. Y luego me he dedicado a los demás a través de la Fundación que creé para investigar el cáncer infantil".
Mientras la polémica sobre la gestación subrogada crece en España, Ana Obregón prefiere quedarse al margen del debate y centrarse en lo que define como su resurrección vital: "He vuelto. He resucitado. He vuelto a nacer. Yo morí el 13 de mayo de 2020 y he vuelto a nacer el 20 de marzo de 2023. Nadie me va a amargar la felicidad de haber traído al mundo a la hija de mi Aless. Eso nadie lo va a conseguir".