Pasa muy a menudo: conflictos familiares que no parecen tener solución, estancados en una vía muerta. Si vives con adolescentes, seguramente sabes de lo que hablamos. Cuando el objetivo es superar las diferencias y los argumentos racionales se han agotado, ¿por qué no intentar otra estrategia, por diferente que suene?
La estrategia existe y se llama 'Pensamiento Po', una teoría creada por el conocer la propuesta que nos legó el escritor, psicólogo y filósofo Edward De Bono. Esta dinámica de pensamiento es una técnica con base en la provocación que despertará al máximo la generación de soluciones creativas.
Pensar en modo Po, palabra tomada del maorí con el significado de 'bueno', es un paso más del Pensamiento Lateral, otra fórmula para ser creativos, y exige ir más allá de los patrones mentales ordinarios para hacer uso de lo provocador. También del sinsentido, es decir, de ese razonamiento fuera de la lógica a partir del que pueden aparecer creaciones de lo más innovadoras. El mantra de este pensamiento podría ser "¿Y por qué no?"; se trata, por tanto de profundizar en ideas aparentemente surrealistas o absurdas para reconvertirlas en buenas ideas.
Edward De Bono enseñó sus métodos de creatividad en una gran variedad de contextos como escuelas, universidades, empresas y organizaciones privadas. Todos estos método están encaminados a facilitar la resolución de problemas ya sea en el ámbito personal, profesional, en ámbitos educativos y, en suma, ante cualquier escenario complejo.
Las ideas provocativas nos dan puntos de partida originales con el fin de incentivar el pensamiento creativo. Por lo tanto, hay que crear razonamientos relacionados con el primero. En esta tarea, el humor es una tarea insustituible.
Una sesión de Pensamiento Po comienza con una tormenta de ideas, cuanto más provocadoras, mejor. Tras el diluvio de 'ocurrencias' casi irracionales, hay que aplicar la lógica y la objetividad. ¿Qué podemos obtener de todo lo que he propuesto y qué aplicación práctica podría tener? El Think Po recorre esa aparente irracionalidad que maduran en algo racional, concreto y práctico.
La técnica del pensamiento provocador es especialmente adecuada para resolver conflictos con los adolescentes. Cuando ven peligrar sus objetivos, la mayoría de los jóvenes tienen un marco mental muy rígido. Sacar de proporción el problema para convertirlo en algo irracional, incluso absurdo, hace que sepan evaluar mejor lo que están proponiendo y vean si es o no adecuado a su entorno familiar.