Regalar un gato a tu madre: las razas más adecuadas según lo que necesites

  • Los animales de compañía pueden cambiar la vida de cualquiera, pero los gatos son especialmente apropiados para los mayores

  • Nuestros padres a menudo son los más vulnerables a la soledad no deseada, pero hay factores a tener en cuenta antes de regalarles un animal

  • Cada raza de gato tiene características particulares y conviene evaluar cuál es la que más se ajusta a la personalidad del futuro dueño

Empecemos por un razonamiento muy sencillo: todos sabemos que los gatos son mucho más independientes que los perros, por lo tanto demandan menos esfuerzo físico a sus 'humanos de referencia'. Nada contra los perros, que son compañeros estupendos. De hecho, los obligados paseos a los que hay que llevarlos pueden ser para algunas personas mayores, un buen pretexto para el ejercicio. Pero en otros casos puede esto puede ser una carga excesiva.

"Al compartir nuestra vida con un compañero no humano deberíamos tener en cuenta siempre las necesidades de ambos sujetos" dice Marcela Rodríguez, especialista en el cuidado de animales de compañía. "Se trata de encontrar un punto complementario entre las personalidades del humano y las del animal elegido -señala-. En este caso, si hablamos de regalarle a alguien mayor un gato, antes deberíamos preguntarnos si realmente la persona disfrutará su compañía y estará dispuesta asumir ese compromiso".

Por 'bajón' que nos parezca, darle una 'sorpresa' a tu madre con un gato podría ser una sorpresa para tí, si la buena mujer no está dispuesta a compartir su espacio o a ocuparse del minino. Además, aunque te digan los contrario, no todos los gatos desarrollan la misma conducta.

Aquí te presentamos algunas alternativas.

El clásico 'naranjito'

Seguramente has escuchado muchas historias sobre los gatos naranjas. Son, supuestamente, los más inquietos, traviesos y temperamentales. Aunque también habrás oído que son los más cariñosos. El 80% de ellos son machos -se dice que los gatos machos son más cariñosos que las hembras- y aunque se crea que son una raza, no lo son: su pigmentación se debe a un gen muy específico y transversal a varias razas.

El gato común europeo

Es el más común en España y por obvias razones es un animal muy adaptado a nuestro estilo de vida. Es un gato muy sociable pero también el más independiente de esta lista, por lo que es ideal para personas que no quieren o pueden interactuar todo el tiempo con ellos. Por ejemplo, si una persona tiene la movilidad reducida o limitada. Ojo, no se trata de gatos indiferentes, pero si de los menos demandantes.

Gato siamés

Por el contrario, esta raza de gatos originaria de Tailandia, se cuenta entre las más 'familiares'. Para muchos, su sola presencia, con sus característicos y elegantes colores marrones y pardos, y ojos penetrantes ya resulta un bálsamo 'estético'. Son ideales para personas que deseen compartir mucho tiempo con el animal y, un detalle importante, no les gustan mucho los cambios por lo que es mejor si el humano de referencia comparte esta vocación sedentaria y menos viajera.

Gato de angora

Son los más atléticos del grupo, por lo que probablemente sean los más apropiados para personas mayores que permanezcan muy activas y no tengan reparos en dedicar parte de su tiempo a los juegos. También tienen el pelo más largo con lo cual en las épocas de muda requerirán mayor esfuerzo en la limpieza de sofás y mantas. Son, además, bastante curiosos al punto que, a diferencia de otras razas, son capaces de ir siguiendo a los humanos de referencia por toda la casa o fuera de ella.

Gato persa

A pesar de ser el gato que tienen todos los malos de las películas en su regazo cuando reciben a los buenos, los gatos persas son ideales para vivir en pisos de tamaño medio. Aunque prefieren los ambientes tranquilos, se suelen llevar bien con los niños, por lo que las visitas de nietos serán siempre bienvenidas. Eso sí, comparten con los angora el pelaje largo y en la mayoría de casos, blanco, por lo que el tema de la limpieza puede ser igual de 'intenso'. Son gatitos que requieren un cuidado más atento, pero lo compensan con el cariño que devuelven.