Cómo enseñar a ahorrar a los adolescentes

  • Saber enseñar a los adolescentes a ahorrar les otorga herramientas para tomar decisiones responsables

  • Te contamos algunas de las estrategias prácticas y los consejos de los expertos para inculcar el hábito del ahorro desde una temprana edad

  • Alba Lago: "Ahorrar también sirve para cumplir los sueños"

La adolescencia es una etapa clave para aprender los hábitos que marcarán después la vida adulta de cada individuo, y la educación financiera está marcada en rojo en esa lista. Saber enseñar a los adolescentes a ahorrar no solo les prepara para afrontar los distintos desafíos económicos que encontrarán en su camino, sino que también les otorga herramientas para tomar decisiones responsables. Por eso es importante conocer algunas de las estrategias prácticas y los consejos de los expertos que nos ayuden a inculcar el hábito del ahorro desde una temprana edad.

La importancia de una educación financiera temprana

La educación financiera es una de las asignaturas pendientes en muchas familias y sistemas educativos. Según un estudio del Banco de España, solo el 27% de los jóvenes tiene conocimientos sólidos sobre gestión del dinero. Por eso, es importante ayudar en esta materia desde casa, enseñando a los adolescentes conceptos básicos como el ahorro, el presupuesto y la diferencia entre necesidades y deseos.

Los adolescentes están en una etapa en la que comienzan a tomar decisiones económicas por sí mismo, como gestionar su paga o los ingresos de trabajos ocasionales, por lo que resulta clave para sentar las bases de su futuro, sobre todo si aprenden a ahorrar en esta etapa.

Establecer una paga mensual y que gestionen su presupuesto

Un método eficaz para enseñar a ahorrar es asignar una paga mensual en lugar de semanal. Esta situación les obliga a planificar sus gastos a más largo plazo y a tomar decisiones más reflexivas. Sentarse con ellos para elaborar un presupuesto es una parte importante, permitiéndoles conocer sus ingresos (como la paga) y gastos previstos, sin olvidarse de dejar un espacio para el ahorro.

Por ejemplo, se puede acordar que al menos el 10% de la paga se destine al ahorro puede ser un buen punto de partida. Este porcentaje puede variar según las necesidades individuales, pero lo importante es inculcar la idea de que el ahorro es una prioridad. Una forma de hacer esto es marcando objetivos de ahorro concretos, que les permita visualizar el resultado de sus esfuerzos. Incluso se puede incidir sobre esto añadiendo ciertas recompensas al ahorro, por ejemplo añadiendo dinero a la cantidad que acumulen cada cierto tiempo.

Evitar rescates financieros innecesarios

Es tentador ayudar a los adolescentes cuando se quedan sin dinero antes de fin de mes. Sin embargo, al dejar que tengan que afrontar las consecuencias de sus decisiones financieras sin ayuda externa, también reciben una lección valiosa. Esta situación empuja a que se tenga que planificar mejor y sean más conscientes de sus hábitos de gasto.

Enseñar la diferencia entre necesidades y deseos

Uno de los conceptos más valiosos que se puede enseñar a un adolescente es distinguir entre necesidades y deseos. Una necesidad podría ser material escolar, mientras que un deseo sería la última versión de un videojuego. Conocer la diferencia entre estos conceptos les ayuda a priorizar y evitar compras impulsivas.

Un ejercicio práctico es pedirles que, antes de realizar una compra, se pregunten si realmente la necesitan o si pueden esperar. Este tipo de reflexión fortalece su capacidad para tomar decisiones financieras responsables.

Predicar con el ejemplo

Los adolescentes aprenden observando. Si ven a sus padres lidiando con los asuntos relativos al dinero de una manera responsable, es más probable que ellos mismos sigan  esos hábitos. Además, se puede aprovechar para hacerles partícipes de ello, mostrando cómo estableces un presupuesto, ahorras para metas específicas y tomas decisiones de compra informadas.

Por ejemplo, puedes involucrarlos en decisiones familiares, como planificar un viaje. Mostrarles cómo comparar precios y encontrar ofertas fomenta el pensamiento crítico sobre el dinero.

Enseñar conceptos básicos sobre el crédito y las deudas

Muy relacionado con el anterior apartado está la importancia de conocer los distintos conceptos relacionados con el dinero. Es importante que los adolescentes entiendan cómo funcionan las deudas y el crédito antes de tener enfrentarse a ellos. Deben conocer términos como "interés" o "plazo de amortización" y cómo pueden afectar a sus estado financiero en el futuro. De la misma forma, es clave también que entiendan la importancia de pagar a tiempo y evitar endeudarse en exceso.

Aprovechar las herramientas digitales y los recursos educativos

Hoy en día, existen múltiples aplicaciones y recursos que pueden hacer que el aprendizaje financiero sea más accesible y divertido para los adolescentes. Herramientas como Goin, Fintonic o PiggyVest que les permiten registrar sus gastos, establecer metas de ahorro y recibir recordatorios. Además, plataformas como Educación Financiera para Jóvenes ofrecen materiales diseñados específicamente para adolescentes, desde juegos interactivos hasta simulaciones financieras.

Promover la independencia financiera

Animar a los adolescentes a buscar oportunidades para generar ingresos, como trabajos a tiempo parcial o emprendimientos pequeños, les enseña el valor del dinero ganado. Además, los motiva a gestionar sus propias finanzas de manera más responsable. Por ejemplo, si un adolescente organiza un mercadillo o vende productos artesanales, puede utilizar parte de sus ganancias para ahorrar y aprender sobre el esfuerzo detrás de cada euro.

Enseñar a los adolescentes a ahorrar es un regalo que les servirá toda la vida. A través de la práctica, el ejemplo y el uso de herramientas adecuadas, los padres y educadores pueden preparar a los jóvenes para tomar decisiones financieras responsables. Estos conocimientos no solo los ayudarán a gestionar su dinero, sino que también los equiparán con habilidades esenciales para enfrentar los desafíos de la vida adulta.