Con la llegada de la Navidad en poco más de veinte días tocan los ritos que hacen de estas fechas las más señaladas de cada temporada. Engordar como cerdos para el matadero, regarse la garganta con cava, sacar el papel de plata para el belén y comprar el preceptivo décimo de lotería para compartirlo con la familia y los amigos, una tradición que ni siquiera ha empañado la pandemia. Es de esperar que se repita invariable, como siempre. Este año la incertidumbre toca a las puertas de los y las loteras. No se sabe aún cómo afectará la pandemia a las ventas de décimos.
La historia de España es la historia del Sorteo del Niño y de las administraciones de lotería que han repartido millones en premios y alaridos de felicidad entre los espíritus que cada año se encomiendan a la costumbre de la repetición: jugar al mismo número, no sea que toque y nos lo hayamos perdido por entregarle el alma a otras manías y matemáticas.
Ni el frío, la nieve, el virus o un holocausto zombie podrían impedir las aglomeraciones salvajes a la puerta de esta administración de lotería, en la calle del Carmen nº 22, que cada año vende miles de décimos según se va acercando la fecha de los niños de San Ildefonso repeinados que cantan el gordo y se ponen ojitos. 427.000 euros se llevarán los afortunados que posean un décimo y que la hayan elegido como lugar de compra. A doña Manolita o al Doblón de oro, otra de las loterías más famosas de Madrid.
En esta administración fundada por la lotera Manolita, de quien se cuenta que le frotó varios décimos a la Virgen para su pacto diabólico con la suerte y los premios antes de fundar su negocio, se ha repartido muchísima buena fortuna en los más de cien años de historia desde su fundación.. Nunca les ha hecho falta contratar a un jorobado para frotarle los décimos y que traiga suerte.
Las cifras de ventas de décimos suben por encima de los 60 millones de euros cada temporada. La suerte entiende más de dinero que de otra cosa y ronda siempre por los mismos sitios.
En plena Rambla de las Flores está la administración más famosa de Barcelona, un longevo establecimiento de más de 110 años que debe su nombre a Joan Valdés, un directivo mítico y tesorero del F.C Barcelona que destacó en varios deportes de la época. Su fundación data de 1905. Como en doña Manolita, las colas kilométricas de barceloneses (y bastantes extranjeros) rodean el edificio cada año con un siseo y un rezo que pasa de boca en boca. ‘Que me toque, que me toque a ver si puedo comprarme el yate o pagarle la pierna biónica a papá’. En 2017 superaron los 44.000 décimos vendidos.
La principal Alameda de Urquijo acoge a este establecimiento con solera, ya con la tercera generación de propietarios a los mandos del local, muy cerca de la plaza de Indautxu. Llevan 75 años haciendo rica a la población bajo lloviznas perennes, y no parece que vayan a cansar de esta tarea. El Gordo de Navidad lo repartieron una vez, en 1986, y el del Niño, hasta tres veces en estas siete décadas de vida.
Digna competidora de La bruja de oro y de Doña Manolita esta administración de Valencia. Han logrado repartir el Gordo en el Sorteo Extraordinario de Navidad hasta en tres ocasiones (1986, 2012, 2013), convirtiendo a Manises en la localidad más suertuda, la que más veces lo ha conseguido en la historia de España. Cuartos y quintos premios también honran a esta casa, y no menos alegrías las del segundo premio en el Sorteo Extraordinario, en 2011, y el tercero, en 2018.
Esta administración de Lleida también presume de haberse encamado varias veces con el Gordo de la lotería. Tocó en 1994 por primera vez; en 2003, 2004, dos años consecutivos, y en 2007. Desde 2011 se ha alzado varias veces como la administración con récords de venta de décimos, buena parte de ellos en su plataforma online y su mítica app propia para la venta, que creó en 1995, cuando la digitalización de los negocios en España apenas había empezado a andar. Fue pionera en la venta online de décimos. Su fama no viene solo del ojo que han tenido para acertar con el primer premio en el Sorteo del Niño. Más de treinta premios importantes de la Lotería se han repartido aquí, entre segundos, cuartos y quintos premios.