Ni árbol ni belenes. Ni la iluminación de las grandes avenidas ni las compras. Para la inmensa mayoría de los españoles la Navidad comienza con el soniquete del sorteo de Loterías del 22 de diciembre. Ahí es cuando comienza todo. Para algunos, los agraciados con el Gordo, literalmente: es el momento de comenzar y nueva y seguramente despreocupada vida. Para otros, basta el ambiente de felicidad y buenos deseos. Para algunos periodistas, incluso, la retransmisión de la lotería y su seguimiento son las noticias más deseadas del año. Hasta que llegó la pandemia. ¿Qué futuro le espera al Gordo?
Cuatro meses después de la reanudación de los juegos públicos y la vuelta a la actividad comercial, la situación de la red profesional de administradores de lotería es "muy preocupante". Este es el diagnóstico de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (ANAPAL) a tenor de la evolución de estos últimos meses y la percepción de los propios loteros.
Según ANAPAL, los loteros arrojan unas cifras "desalentadoras" en consonancia con la importante bajada de ventas: un descenso del 30% en la venta de Lotería de Navidad en el periodo de julio a octubre en comparación con las ventas de 2019.
La evolución de las ventas en los colectivos que tradicionalmente son el motor de las ventas para este sorteo como los clubes deportivos, las entidades festivas, las empresas u organizaciones sociales son "muy preocupantes y no registran el volumen de años anteriores, con una caída del 50%", alertan desde esta asociación.
Con esta caída de las ventas a colectivos y empresas que tradicionalmente compran y reparten participaciones para 'El Gordo' de Navidad, los loteros advierten de que el estado puede dejar de ingresar 1.200 millones de euros en ventas. Por estas razones, el sector exige a Loterías y Apuestas, entidad encargada de la gestión de los juegos públicos, la puesta en marcha de una Comisión de seguimiento económico para adoptar medidas urgentes, ya que peligran 14.000 empleos.
"Con estas cifras reales de las ventas durante el período post confinamiento y la previsión de ventas del Sorteo de Navidad, podemos concluir algo que ya avisábamos: nuestra campaña más importante va a verse muy seriamente afectada por la crisis del coronavirus. Y lo que es peor, corre grave riesgo la aportación a las arcas públicas de los beneficios que reportan esos más de 1.200 millones de euros en ventas", advierten desde ANAPAL.
Para las arcas españolas la lotería supone un jugoso ingreso. En 2019 el organismo Loterías y Apuestas del Estado (Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado, SELAE) vendió boletos de apuestas por valor de 9.000,3 millones de euros, casi un 1% más respecto al año anterior. Una vez descontados los 5.781 millones que se dieron en premios y otros gastos de gestión, las distintas loterías del Estado (la Nacional, Bonoloto, Primitiva, Euromillones...) sumaron ingresos por valor de 2.253,2 millones de euros a la Administración estatal.
A esta cantidad pueden sumarse los impuestos pagados por los ganadores de premios, que alcanzaron los 382,9 millones, la mayoría en concepto de IRPF. En total, 2.636,1 millones de euros de ingresos públicos, cantidad superior a la recaudada por otros impuestos.
Con una campaña de Loterías peor que la de años anteriores y menos impuestos para el ganador, el Estado va a ver disminuida una parte de sus ingresos. A partir de enero de 2020 quedaron exentos de tributar los primeros 40.000 euros otorgados por el azar. En cualquier caso, el Fisco recauda en este sorteo en torno al 30% de lo que ingresa cada año por las retenciones que efectúa en los premios de los sorteos de Loterías y Apuestas del Estado. Para los ganadores, conviene saber que el premio no afecta a la hora de pedir becas, prestaciones de asistencia u otras ayudas públicas que dependan de los ingresos y no del patrimonio. En cambio, sí hay que tenerlo en cuenta a efectos del Impuesto sobre Patrimonio.