Alberto Fernández, presidente de Argentina, padre a los 63: "Estamos inmensamente felices"

Cada vez es más normal ver como hombres se convierten en padres a edades a las que, hasta hace poco, lo normal era convertirse en abuelo o estar a punto de serlo. Esto es algo que le acaba de ocurrir a Alberto Fernández, presidente de Argentina, que ha sido padre a los 63 años de un niño junto a su pareja, Fabiola Yañez. Fernández ya tiene un hijo, Estanislao de 27 años, fruto de su primer matrimonio con Marcela Luchetti, con la que estuvo casado durante dos décadas.

Padre a los 63

Desde la Casa Rosada han intentado a lo largo de todos estos meses que el embarazo fuese discreto, así como el nacimiento del niño, al que han llamado Francisco. Tras su llegada al mundo esta madrugada, se ha conocido que tuvo lugar en el Sanatorio Otamendi a través de cesárea y el bebé pesó 3'5 kilos, siendo su evolución y la de la madre satisfactoria, expresó en un comunicado la Unidad Médica Presidencial a cargo del doctor Federico Saavedra.

El nombre del niño se debatió en familia durante meses. El de Francisco fue propuesto por Fabiola junto con Augusto, pero finalmente la pareja se decantó por el primero.

El presidente publicó hace unas horas una imagen en sus redes sociales haciendo público el nacimiento de su segundo hijo. "¡Nació Francisco! Con tu madre Fabiola estamos inmensamente felices. ¡Bienvenido a la vida!", escribió junto a la forma de los pies del recién nacido y los datos de su nacimiento.

Otros casos similares

Cada vez es más común ver a hombres de 50 o 60 años convertirse en padres. George Clooney se convertía en padre de mellizos en 2017 cuando ya tenía 56 años, edad similar a la que Bruce Willis volvía a ser padre con Emma Heming, mientras que Richard Gere lo ha sido a los 70 años con el nacimiento de sus dos hijos menores junto a Alejandra Silva.

Una tendencia que cada vez está más presente y que ya se conoce como el síndrome de Papuchi, en referencia al padre de Julio Iglesias. Todo ello puede venir por diferentes factores, en España, por ejemplo, la esperanza de vida supera los 80 años, por lo que a los 50 aún quedarían al menos 30 años de vida, a lo que se suma un mejor estado físico y emocional, así como el crecimiento de divorcios y separaciones que dan pie a rehacer la vida con otra persona que, en ocasiones, trae consigo una nueva paternidad.