Cuando el pasado es más rompedor que el presente. Lego, la mítica casa de juegos de construcción de piezas coloridas creada en Dinamarca en 1932, ha abanderado desde hace décadas la lucha contra de los cánones sexistas en el mundo del juguete. Una causa que en los últimos años, con el despertar feminista más latente, ha ocupado el debate a mayor escala y ha propiciado denuncias -véase la que hacía Leticia Dolera sobre el catálogo navideño de El Corte Inglés en 2017-. Pero Lego ya hacía campaña a favor de juguetes libre de asociaciones de género en 1970, así lo demuestra una carta dirigida a los padres que incluían las cajas de juguetes ya entonces y que ahora se ha hecho viral.
Dice así: "A los padres: El impulso creativo es igual de fuerte en todos los niños. Chicos y chicas. Es la imaginación lo que cuenta. No la habilidad. Construyes lo que quiera que sea que te venga a la cabeza, de la forma que quieres. Una cama o un camión. Una casa de muñecas o una nave espacial. A muchos niños le gustan las casas de muñecas. Son más humanas que las naves espaciales. Muchas niñas prefieren las naves espaciales. Son más emocionantes que las casas de muñecas. Lo más importante es poner el material correcto en sus manos y dejarles crear aquello que les lo que atraiga".
Ni el rosa es de niña ni el azul de niño, ni hay juguetes masculinos o femeninos, viene a decir la carta. Una reliquia que recuperaba en 2014 un usuario de Reddit y que diferentes usuarios Twitter han vuelto a compartir estos días destacando partes de su mensaje o confirmando lo que salta a la vista: "Lego fue un adelantado a su tiempo".
Así ha sido durante mucho tiempo en materia de publicidad y en sus propias propuestas de juego, en cuyos anuncios han participado tradicionalmente de manera igualitarios niños y niñas. En contra de la corriente imperante: en 2016 solo un 19% de los anuncios de la campaña navideña de juguetes fueron de corte no sexista.