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El instituto ha terminado y, aunque parezca mentira, esos adolescentes que a tus ojos siguen siendo unos niños ya tienen un pie en la universidad y están a punto de echar a volar del nido. Tras pasar por la elección de estudios y de universidad llega una de las decisiones más temidas: el alojamiento. Lo cierto es que hay más de una opción, y eso puede ser de gran ayuda ante la indecisión. Una de las más recurrentes es compartir piso de estudiantes, algo a valorar precisamente si se va a la misma ciudad que sus amigos, aunque también podría vivir solo en un estudio, una opción que, no nos vamos a engañar, da un poco de vértigo a los padres que, a pesar que sus hijos ya han salido del cascarón, quieren seguir protegiéndolos. Pero para el primer año, incluso para posteriores, hay un tipo de estancia muy recurrente: las residencias de estudiantes.
Cuando los estudios son fuera de la ciudad de residencia buscar alojamiento puede convertirse en una odisea, especialmente en ese primer año donde la inexperiencia es la gran protagonista, por eso mismo las residencias de estudiantes pueden ser una gran opción para comenzar el camino universitario, con algunas comodidades que los pisos de estudiantes no tienen y un lugar donde forjar amistades fuera del entorno de las clases con otras personas. Ahora bien, ¿cómo elegir la adecuada?
Uno de los principales factores en el momento de la elección está muy ligado a la universidad, pues no viene nada mal que esté cerca para que no se pierda demasiado tiempo en desplazamientos. Además, presta atención a los servicios de su alrededor y si los establecimientos que hay concuerdan con sus gustos y aficiones, eso siempre suma. También es importante cerciorarse de que cuenta con todos los servicios, desde limpieza, cocina, comedor, biblioteca, lavandería, habitaciones amplias con buena ventilación e iluminación, así como buena conexión a Internet o televisión.
Respecto a la habitación, lo mejor es buscar sobre las necesidades de tu hijo. Además de la amplitud o si es compartida, también esta la opción de que sea un mini apartamento con una pequeña cocina donde tu hijo comience a dar sus primeros pasos culinarios, aunque si tiene comedor disponible mejor que mejor, así te aseguras de que lleva una dieta equilibrada.
La libertad puede ser uno de los puntos más necesarios, por eso mismo lo ideal son las residencias con recepción 24 horas o aquellas en las que se tiene llave propia. Y ojo, que en la época universitaria el verano también suele ser temporada de estudios, por tanto asegúrate de que la residencia permite que los chicos se queden también en verano para hacer esos exámenes de recuperación bajo un sol abrasador.
Por supuesto, socializar también es importante, por lo que las residencias con salas comunes, actividades que fomenten la interacción entre los residentes o prácticas deportivas siempre son las más cotizadas, pues ya sabes que muchos de los amigos que se hacen en la época universitaria son para toda la vida.
Sin embargo, en este momento lo malo de las residencias y de la situación que se vive puede pesar más que lo bueno que tienen estos alojamientos. Aún así, aunque vivamos rodeados por el COVID-19, la gran mayoría de residencias ya han tomado medidas para tener un inicio de curso lo más seguro posible.
Entre esas medidas está el hacer todas las habitaciones individuales, aunque se mantienen algunas dobles en las que se puede mantener la distancia de seguridad entre compañeros. La mascarilla es obligatoria en las zonas comunes y la limpieza se ha reforzado para garantizar la desinfección de las salas. Además, son muchas las residencias que han mejorado su conectividad a Internet debido a que las clases online parece que van a tener un gran protagonismo en este curso.
Es más, algunos alojamientos han acondicionado zonas de aislamiento ante posibles positivos para que a esos estudiantes no les falte la comodidad necesaria y el resto de huéspedes se mantengan totalmente seguros en sus habitaciones. Por su parte, también se limitan las visitas externas.
Con estos tips llega el momento de elegir cuál será la residencia en la que tu hijo vivirá los próximos meses y su inicio en la aventura universitaria. Son muchas cosas a tener en cuenta, pero de lo que hay que estar seguro es que será un momento en el que tus hijos lograrán una mayor madurez tras haber salido del nido y comenzar poco a poco su vida independiente.