Todo miope, y también quien use gafas de sol, sabrá que limpiar las gafas no es nada fácil si quieres ver todo lo que te rodea con claridad. Pero no solo es limpiar, es tener cuidado en no dañar los cristales y terminar arañándolos por usar un producto que no deberías. A todo esto ahora se le suma un importante factor: la mascarilla que hace que se empañen. Sí, todo miope que no use lentillas ya habrá sufrido las consecuencias de la mascarilla en su vista al no ver muy bien por el vaho. ¿Cómo puedes limpiarlas sin rayarlas y que además no se empañen?
Seguro que en algún momento has sido tentado a limpiar los cristales con la camiseta o una servilleta y has caído. ¿Qué pasa? Que a pesar de ser lo más sencillo y lo que más a mano tienes no es lo más aconsejable porque puede tener elementos sobre su superficie que pueden dañar el cristal aún siendo gafas antirrayado, así que mucho cuidado. Entonces, ¿cómo se puede limpiar? Pues más allá de las toallitas y aerosoles especializados para ello tienes una opción a mano para hacerlo de forma adecuada en casa.
Lo primero es abrir el grifo y regular el agua para que esté tibia y se lleve todas esas partículas que se han acumulado en el cristal. Tras ello, aplica un poco de jabón neutro sobre los cristales y espárcelo con la yema de los dedos para luego eliminar el jabón con agua. El secado es importante que sea con un paño de microfibra limpio para que no se dañen los cristales y no deje pelusas. En relación a la montura o las patas, se limpia de igual forma, con cuidado en el momento de agarrarlas por su fragilidad, no vayas a torcerlas.
Ahora bien, por muy limpias que estén, en estos momentos de pandemia cualquier persona que use gafas tiene el problema de que se empañan de tal forma que parece que has entrado en una sauna. Vamos, que no se ve ni torta. Este problema tiene una solución donde menos te lo esperas: en el jabón. Y dirás, si ya las he limpiado con jabón, por qué se siguen empañando. Pues porque te hablamos de otro jabón, del seco, ese que viene en pastilla y que ya no se usa demasiado.
Con esa pastilla solo tienes que frotar los cristales de forma suave para que quede bien untado el jabón. Entonces lo que hay que hacer es coger el típico paño de gamuza de las gafas y retirarlo bien. El resultado es de lo más inesperado porque, ¡sorpresa! Los cristales no se empañan, y la solución estaba en esa pastilla de jabón que tenías guardada y no utilizabas. Un truco que sin duda va a salvar a más de uno que iba a por la calle intentando mostrar seguridad pero que realmente veía lo que venía a ser poco por culpa de la mascarilla.
Y atención, porque parece que una patata podría ser tu salvación. El almidón de este producto podría convertirse en otro aliado inesperado, si se corta una patata por la mitad y se restriega la parte interior por ambos lados del cristal para luego quitar los restos con papel de periódico o de cocina para que queden totalmente limpias. Te pones la mascarilla, las gafas, respiras, y ni rastro del maldito vaho que te ha traído por el camino de la amargura estos meses. Un método de lo más inesperado que te permitirá ver todo lo que se te ponga por delante.
Si te preocupa la desinfección por el tema de la covid-19, la limpieza con agua y jabón neutro que te comentábamos al inicio será suficiente para mantenerlas no solo limpias, también libre de virus. Así que ya ves, limpiarlas y librarte del vaho es más que sencillo, todo estaba en elementos o productos que ni te imaginabas.