{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Después de disfrutar nuestro jardín todo el verano, no debemos olvidarnos de él. El otoño es una estación clave para cuidarlo y poder disfrutar de su esplendor el resto de estaciones del año. Además, puedes aprovechar los últimos coletazos del buen tiempo para pasar tiempo al aire libre, cuidando de tus plantas y preparándolas para la temporada más fría del año.
El otoño es una época de grandes cambios para la naturaleza y esto se ve a simple vista con tan sólo mirar las hojas que cambian de color, del verde fresco a los tonos amarillos, marrones y naranjas. Pero esta estación también es época de grandes labores en el jardín, con diferentes actividades y rutinas para llevar adelante. Es importante que busques tiempo libre para darle al jardín la atención que necesita ahora, igual que lo preparaste para la primavera. Toma nota de las misiones que tendrás que llevar a cabo.
Una de las labores más arduas del jardín en otoño es la recogida de hojas, pero es algo que habrá que hacer en forma regular para así cuidar el jardín. Esto incluye las hojas marchitas que puedes juntar para reutilizarlas y hacer compost, que es un abono que procede de la descomposición de restos orgánicos. Puedes hacerlo tú mismo con un compostador, y las hojas secas que ahora recojas te vendrán de perlas. Con el producto resultante podrás abonar árboles y arbustos, además de rosales, moreras, etc.
Es el momento de guardar los bulbos de la temporada estival, como dalias, begonias o cañas indias. Estos bulbos renacerán en la primavera siguiente si los guardas envuelto en papel periódico y lo guardas en una caja cerrada y sin que les de la luz.
Para proteger las raíces del frío, muchos jardineros aprovechan la naturaleza y cubren el suelo con un acolchado, que puede ser de cortezas de pino, paja, mantillo o aserrín. De esta manera se aísla las raíces.
Como ya sabes, el césped natural en un jardín es muy agradable. Pero ya sabes también la cantidad de trabajo que da. Después de los constantes riegos de verano, el inicio del otoño es el momento de sembrar de nuevo el césped, sobre todo si vives en un lugar de clima frío. Si donde vives hace calor puedes esperar más tiempo. Comienza por resembrar las calvas y zonas despobladas, si las tienes. Después espera a que bajen un poco más las temperaturas y abona el terreno con fertilizantes de liberación lenta o abono orgánico que hayas fabricado.
El otoño es también el momento perfecto para escarificar el césped. Se trata de hacer cortes superficiales de unos 3 o 4 cm de profundidad para eliminar la capa de césped seco y suciedad que se haya podido acumular durante el verano.
Otra tarea que has de llevar a cabo ahora es la de podar las coníferas y los árboles de hoja perenne. También es la ocasión perfecta para retirar las hojas secas o débiles que pudieran tener y aplicar abono orgánico. Estos cuidados fortalecerán a tus árboles para que puedan afrontar el invierno sin problemas.
Si alguno de tus árboles o arbustos está afectado por alguna infección causada por hongos, este es el momento perfecto para aplicarle un tratamiento fúngico. A estas alturas las plantas ya han iniciado su reposo vegetativo, por lo que acogen mejor este tipo de tratamientos. Protege tus árboles y arbustos contra enfermedades aplicándoles aceite mineral sobre el tronco y las ramas.
En el momento de plantar árboles, recuerda limpiar la maleza del terreno para que los ejemplares reciban toda el agua, sin competir con las malas hierbas. Además, es recomendable que cubras el pie de los árboles, arbustos o plantas con mantillo, compost o estiércol para evitar que el suelo se seque al tiempo que las raíces permanecerán protegidas frente a las heladas.
Si no quieres plantar nuevos árboles pero sí estás pensando en cambiarlos de lugar es la época ideal para trasplantarlos. Lo mismo ocurre con los arbustos que son de hoja caduca. En el caso de árboles o arbustos de hoja perenne, lo mejor será aguardar al invierno.
Aunque la primavera y el verano hayan quedado atrás, eso no quiere decir que tu jardín tenga que quedar pelado, sin una flor. También se puede mantener la belleza del jardín en otoño. Para empezar protégelas del viento y del frío colocando las que estén en maceta en un lugar resguardado como el porche o la terraza. También puedes aplicar un acolchado que las proteja de las heladas invernales.
A las plantas de tallo largo y los frutales ponles tutores y guías. Así las ayudas a crecer derechas y las ayudas a combatir el viento. Procura orientarlas hacia la luz. Las flores de temporada pueden plantarse ahora, como los pensamientos, que resisten muy bien las bajas temperaturas. Y en cuanto a los bulbos, planta tulipanes, jacintos y narcisos.
A partir del otoño es importante reducir el nivel de riego. Debe ser más espaciado dado que aumenta la frecuencia de las lluvias y además el agua tarda más en absorber debido a las temperaturas más bajas. Se puede regar dos veces por semana en el caso del césped y una vez por semana si se trata de arbustos.
Los cactus y suculentas pueden recibir agua apenas una vez al mes. Antes de iniciar el riego, aprovecha la temporada para poner en buen estado los recipientes, verificando que el drenaje no esté tapado pues no es una época adecuada para encharcamientos y es muy frecuente que esto ocurra debido a la evaporación más lenta del agua.