La posibilidad de tener el periódico desde que nos despertamos en nuestro teléfono móvil ha hecho que las ventas de las versiones en papel no sean las de antaño. Aún así, muchos conservan la tradición de comprar el suyo cada día y ojearlo con total atención, incluida la sección de esquelas. Hay quien las lee de pasada y otros que las revisan punto por punto, tanto que en los últimos años la esquela se ha vuelto una especie de sección viral o de género propio gracias al toque "gamberro" que muchos han querido dar en el último adiós.
Muchos familiares, o personas antes de fallecer, escriben las esquelas con cierto toque cómico o sentimental, cada uno con su estilo, algo que ha despertado el entusiasmo de muchos por esta sección. ¿Alguna vez te has planteado dejar escrita la tuya o te has preguntado cómo hacer la de un ser querido? Recogemos algunas de las que más revuelo han ocasionado en los últimos años, quién sabe, puede que te dé ideas para despedirte cuando llegue el momento haciendo alarde de tu humor, emotividad o una última reivindicación.
Una de las últimas esquelas virales te la contamos en Uppers. Se trataba de una que los lectores del Faro de Vigo se encontraron en las páginas del periódico hace poco más de un mes. En este caso fue la familia la encargada de escribir unas líneas de despedida para Miguel Ángel Rodríguez Torres, al que definían como "un pescador incansable", prosiguiendo con unas palabras de lo más normales hasta que llega el final. "Si nunca te mandó a tomar por culo, es que no te quería", unas palabras que revolucionaron las redes, que no dudaron en dar las condolencias a los familiares a la vez que les felicitaban por esa muestra de humor.
Hace unas semanas otra esquela se hacía viral, aunque en este caso era una de un primer aniversario. Julián Arróniz Remiro 'regresaba' a las páginas de El diario vasco para dar unos consejos a su familia, que escribía el texto en primera persona. "Durante este año os he podido sentir echándome mucho de menos, recordando con amor cientos de comentos bellos compartidos, celebrando fechas señaladas con ojos humedecidos y escuchando con orgullo mis rancheras favoritas", recitaba, entre otras cosas, esa carta. Por no hablar del posdata: "Poneos la mascarilla y mantened las distancias. No quisiera veros por aquí. Un fuerte abrazo (aquí sí podemos darlos)".
La esquela del primer aniversario de Eduardo Galparsoro García va en la línea de la anterior. Un año después de fallecer, el hombre 'ofreció' un mensaje de esperanza en El Correo, lleno de emotividad y también algún que otro punto de humor. "¡Cómo pasa la vida… y la muerte! Un año ya. Por aquí todo genial. Qué contentos nuestros padres cuando me vieron, un poco antes de lo previsto. (…) Estamos como os dejamos, pero sin muletas, ni pañales, ni medicinas. Tenemos un cuidador maravilloso", escribió su familia por él. Además, añaden que "vosotros también cuidaos mucho, ¡y vacunaos, porfa, que llega gente a mogollón! No tengáis prisa".
Algunos familiares han querido, por su lado, dar conciencia, como en una esquela de Pamplona, donde la familia dio las gracias a los servicios sociales del Gobierno de Navarra por el trato y cariño con el que habían tratado al fallecido en el centro de rehabilitación donde estaba. Aún así, el mensaje fue otro: "Agradecemos a los contribuyentes navarros que con sus impuestos le hicieron la vida más fácil y digna. Gracias".
También ha habido hueco para agradecer a sus ídolos. Es el caso del gallego Juan José Mariño Padín, al que en la esquela su familia añadió que el fallecido está "muy agradecido a Leo Messi por hacerse disfrutar durante sus últimos años de vida". Los gallegos se han convertido en famosos por sus esquelas, pues en la de Alfonso Senra Vázquez, publicada en el Faro de Vigo, los familiares animan en su nombre a emborrachase, que ya "pasará él a pagarla".
La esquela de Manolo Pita, otro gallego, fue una carta de despedida y de peticiones del hombre. "Quiero despedirme de todos mis amigos y de toda la gente que me quiere y aprecia, no vengáis a decirme adiós a ningún sitio, pues para evitar el contagio ya me fui directamente para arriba", señalaba la esquela que dejó escrita. "Os dejo un recuero mío en El Futbolín. Podéis mandarme un mensaje de despedida al WhatsApp de mi móvil", finalizaba.
Lo cierto es que su última voluntad era una especie de libro-álbum, que ha creado su nieta, con fotografías del fallecido y los mensajes de despedida que llegaron a su móvil. Un libro que se puede ver en la cafetería El Futbolín, ese regalo que dijo que dejaba y que sirve de recuerdo de una persona que fue muy conocida y querida en la zona.