Pensiones, sexo, muerte… Estos temas preocupan, y mucho, según pasan los años a todo tipo de personalidades, como a mitos musicales de la talla de Miguel Ríos (76), a la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena (76), a un as del balón como Javier Clemente (70), o a una actriz camaleónica como Charo López (77). Los cuatro han mantenido una charla en el programa ‘Salvados’ donde han reflexionado sobre la vejez, que te lo recuerden y esas supuestas limitaciones que trae consigo el cumplir años. ¿Les ha cambiado tanto la vida tener más de 70 años?
"No te preocupes por lo que no tiene solución" es la frase que Javier Clemente lleva por delante ante la muerte, lo que no quita que no sea un pensamiento que se le viene a la mente y que le provoca un gran agobio, en especial cuando toca visitar al médico. "¿Y si me dice que me queda una semana?", se pregunta Clemente cuando tiene que acudir a la consulta.
Manuela Carmena le da otra visión, pues aunque acepta su miedo a la muerte, la exalcaldesa reconoce que intenta que "ese pensamiento no me entorpezca para vivir hoy, pero también pienso que debo estar preparada para morir bien". "La vida es tan maravillosa y te da tantas posibilidades que el convertirte en nada, pensar que tu cuerpo va a acabar siendo ceniza me resulta duro, pero es así, hay que aceptarlo", resaltó Carmena.
La actriz Charo López es la que más temor le guarda a la muerte. "Me paraliza porque no sé cómo va a ser. No sé si voy a estar acompañada, en un hospital, en mi casa… Toda esa incógnita me paraliza de miedo". Por su parte, Miguel Ríos toma otro enfoque, pues de pequeño le daba más miedo porque le enseñaron que "podía ir a un lugar terrible: el infierno". Ahora sabe que en algún momento llegará, "los viejos roqueros también morimos", bromeaba.
Para Javier Clemente su día a día no cambia en exceso, pero reconoce que se adapta más a su edad porque "lo que hacía de joven ahora es imposible que lo haga porque me puedo romper por todos lados", confesaba el exfutbolista en lo referente al deporte. Eso sí, sigue haciendo la mayoría de cosas, pero "no como cuándo tenía 25 años". En cambio, Carmena sabe qué es lo que más echa de menos: sus tacones, una de sus grandes pasiones. "Cuando me rompí el tobillo empecé a pensar que tendría que llevar menos zapatos de tacón", reconoció.
El deporte sigue siendo parte de la vida de Miguel Ríos, pero como él mismo dice, reciclado a sus posibilidades. Mientras jugaba al fútbol un día se dio cuenta de que pegar patadas ya no era lo suyo y cambió de deporte. "Me dediqué a la bicicleta de montaña", pero reconoce que "ahora estoy en una bicicleta estática en casa".
Pero, ¿qué hay del sexo? Para Charo López es su gran lastre. Ella misma sabe que su deseo no ha muerto pero "solo de imaginar el juego de seducción, de gustar… eso me mata". Su miedo pasa por hacer el ridículo, por eso ella misma se ha autoconvencido: "tengo muchos libros que leer". Eso sí, no le da la espalda al placer de comer, aunque afirma con contundencia que "ahora es peor, porque engordas".
Por muy diferentes que sean sus profesiones todos coinciden en superar la edad de jubilación y, por tanto, en optar a su pensión, una prestación muy dispar entre ellos, aunque no han dudado en confesar lo que les corresponde. Javier Clemente asegura que cobra sobre los 1.280 euros, una cifra que podría haber sido más alta, pero en sus inicios "la cotización de los clubs era muy baja", a lo que suma que hay años que vivió fuera de España y en los que no cotizó.
Carmena es contundente en este aspecto, ya que a pesar de ser conocida por haber sido alcaldesa de Madrid, ha desarrollado su carrera laboral como jueza, lo que le permite tener una pensión de unos 2.400 euros, muy lejos de la de Charo López. La actriz confiesa cobrar unos 1.350 euros mensuales, una cifra que no es mayor debido a sus primeros años sobre los escenarios, donde según aclara "los productores no cotizaban por mi".
La carrera de músico no es fácil, ni siquiera para grandes estrellas como Miguel Ríos, que reconoce que vive más de sus ahorros por sus conciertos y venta de discos que por su pensión, que según sus palabras "no llega a 800 euros".