¿Es fácil cometer errores al entregar a un niño después del cole? Así son los protocolos en época de mascarillas
¿Cómo es la coordinación cuando al procedimiento habitual se le suman las precauciones anticovid y la confusión de la mascarilla?
Preguntamos a docentes, centros y familiares cómo llevan la nueva normalidad en la salida y entrada a los colegios.
"Han sido siempre los momentos de más aglomeración en el centro. El Covid ha supuesto un cambio radical en la forma de organización", explican desde el Colegio Maristas Málaga
En tiempos en los que el ajetreo a la salida de los colegios es el más difícil todavía para padres y abuelos, toca echar mano de una logística bien depurada. Tras leer estos días sobre el inquietante caso de Amèlia, la niña de tres años de Calella (Barcelona) desaparecida -y después localizada- tras supuestamente habérsela llevado un hombre por error pensando que era su hija, de mismo nombre, a quien no veía desde hace dos años; cabe refrescar los protocolos que desde tantos centros se han creado meticulosamente. ¿Cómo se coordinan cuando al procedimiento habitual se le suman las precauciones anticovid y la confusión de la mascarilla? Preguntamos a docentes, centros y familiares.
Ya a principios de septiembre advertían desde el Consejo General de Enfermería sobre la necesidad de adecuar protocolos específicos de entrada y salida para evitar posibles transmisiones de SARS-CoV-2 entre niños y jóvenes. Hasta la fecha y en cifras del Ministerio de Sanidad que recoge Materia, los centros educativos suponen un 6% de los brotes. Mantener el porcentaje a la baja y la seguridad a la máxima ha conllevado en muchos casos "un cambio radical en la forma de organización del centro", como explica a Uppers Jesús Martín, representante de comunicación del Colegio Maristas Málaga. "La entrada y salida han sido siempre los momentos de más aglomeración en el centro", apunta Martín, quien asegura que "la máxima de cautela y primar la seguridad de los menores" es intrínseca a los valores del colegio desde la era precovid.
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¿Quién puede recoger al niño?
Las indicaciones son claras por parte de los colegios desde el principio de curso, aplicadas sobre todo a los grupos de infantil y primaria. Marta, profesora de un centro concertado de la Comunidad de Madrid, cuenta por teléfono a este medio que en las etapas mencionadas, "los profesores salen a entregar a los alumnos a las personas autorizadas desde principio de curso para recogerlos (padres, abuelos, otros familiares o empleados)". ¿Y si un día tiene que ir otra persona? Marina, madre de una niña de nueve años que acude a un centro público en Alcobendas, confirma el procedimiento que siguen en los demás centros consultados: "Hay que notificar cualquier cambio de recogida e incluir un justificante que proporcione los datos (nombre y DNI) de la persona que acudirá".
Para acelerar el proceso sobre todo al comienzo de curso, cuando profesores, padres o abuelos aún no se conocen -y cuando reconocerse con mascarilla es dificultad añadida-, en algunos colegios, como es el caso de Maristas Málaga, "la persona autorizada tiene que mostrar el carnet". Y si se trata de una persona autorizada puntualmente, a quien el tutor o tutora además no conoce "tiene que acudir con carnet, DNI y autorización".
Turnos, circuitos, distancia y desinfección
En cada centro la nueva organización se adapta a sus espacios y al volumen del alumnado. Por lo general, y como confirma la docente Marta, "se han adelantado los horarios de entrada y salida para hacerlo de forma escalonada y por cursos. En nuestro centro, que abarca desde infantil a bachillerato, cada curso tiene un rango de cinco minutos diferente de entrada. En el patio, a la altura de la entrada, hemos pintado líneas de colores que hacen cuatro divisiones por cursos (a, b, c, d) y los profesores hemos tenido que cambiar el horario para, al entrar y salir, acompañarlos y comprobar que llevan puesta las mascarillas y no se mezclan con otro grupo burbuja. Ya en clase hay otro profesor que les toma temperatura después de lavarse las manos -lo hacemos dentro porque fuera, con el frío, no la cogía adecuadamente", explica.
En Maristas Málaga, cuenta Jesús Martín, ese efecto yincana a la entrada y salida también se ha potenciado. "Se han creado diferentes circuitos, con marcas para indicar la distancia de seguridad entre los familiares que esperan a la salida y con gel y alfombrilla desinfectantes para los niños. El cambio ha sido bastante positivo, las familias lo han acogido perfectamente y estamos muy agradecidos porque han sido muy responsables. Han cogido el ritmo e incluso funciona más rápido que antes".
De puertas para afuera
Las medidas están claras en los centros, pero ¿qué pasa cuando el niño o adolescente cruza la línea de salida? Lo que ocurre entonces no es competencia del centro. "En el caso de Secundaria, los profesores también acompañamos a los alumnos hasta la puerta para asegurarnos de que no se mezclen con los compañeros de otras clases, a los que están deseando saludar. Tenemos que controlar que respeten los grupos burbuja y que no se quiten la mascarilla", explica Marta desde Madrid. "El problema es que a veces han salido por la puerta e inmediatamente se la han quitado y han ido a abrazar al amigo".